Finales de año. Ese es el plazo que se ha marcado el Ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna para poner en marcha, por fin, la piscina cubierta después de que este martes el alcalde, Sergi González, haya firmado el acta de replanteo de las obras. Eso significa que el inicio de los trabajos es inminente. Teniendo en cuenta que el plazo de ejecución, si no surge ningún imprevisto, es de seis meses, la perspectiva es que para el próximo otoño o principios de invierno los vecinos y vecinas ya podrían estar utilizándola.
El inicio de las obras llega con cierto retraso respecto a la previsión inicial, en tanto que el plan era que arrancaran el pasado mes de enero. Como ya contó en su momento este periódico y ayer confirmaba el propio alcalde, ha sido la aprobación el Plan de Seguridad y Salud lo que ha demorado el proceso.
Cabe recordar que el coste de las obras será de casi 720.000 euros gracias a las mejores al proyecto que presentó la adjudicataria, la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Electricidad Monrabal e Inversiones Exposición SL. González asegura que, por el momento, el plan no se ha visto trastocado por cuestiones como el encarecimiento de materiales o la falta de suministros, algo que sí que está afectando a algunas otras obras en la comarca de la Safor.
En los primeros días, según ha explicado González a Levante-EMV, lo que harán los operarios será poner en marcha la maquinaria de la piscina para comprobar qué funciona y qué es necesario reparar. Los trabajos están destinados a la finalización de las obras que faltaban cuando los trabajos quedaron detenidos en 2011 y la modernización de algunos sistemas que ahora mismo ya están obsoletos. También la adaptación a las nuevas normativas centrará las labores que llevará a cabo la constructora.
El recinto de la piscina está abandonado desde que en el año 2011 la anterior empresa que llevaba a cabo los trabajos de construcción y que también debía gestionarla paralizó su labor. Han pasado once años desde entonces, un tiempo en el que el recinto se ha ido deteriorando debido al paso del tiempo y también al vandalismo, lo que ha incrementado de forma muy importante la inversión que tendrá que realiar el consistorio.
Con las obras en marcha, lo urgente ahora para el ayuntamiento es resolver la cuestión de la ordenanza que regulará, por ejemplo, las tarifas y también la gestión. Respecto a la primera cuestión, el alcalde asegura que están pendientes de conocer el resultado definitivo del informe de viabilidad pero avanza que "serán precios parecidos a los de los pueblos de alrededor". A su vez, también reconocía que el plan pasa por que sea una empresa la que gestione el servicio en los primeros cinco años y, posteriormente, que sea el consistorio quien asuma el servicio. Es justo la propuesta que recogía el anexo del Plan de Viabilidad del que se hizo eco Levante-EMV hace unos meses en exclusiva.
González se mostró "satisfecho" por que, por fin, los vecinos y vecinas puedan ver cómo el proyecto de la piscina cubierta empieza a ser una realidad y también por que se ponga punto y final a un proceso de casi una década de trámites administrativos para recuperar el proyecto y poder ponerlo, por fin, a disposición de la ciudadanía vallera.
