Cuando alguien llega a la ciudad de Gandia en tren y sale a superficie desde la estación subterránea se encuentra con una estampa manifiestamente mejorable. Es lo que piensa el Gobierno local, que, como confirmó a este periódico el alcalde, José Manuel Prieto, ha abierto gestiones para que el ayuntamiento pueda disponer y actuar sobre ese espacio. Porque, aunque muchos no lo sepan, esa explanada en pleno centro de la ciudad es territorio del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), un organismo dependiente del Ministerio de Transportes y Movilidad Urbana.
La zona, que queda delimitada por el propio edificio de la estación ferroviaria, el parque adyacente donde está una de las antiguas estaciones, la avenida del Marqués de Campo y la calle Perú, constituye un escaparate en pleno centro de la ciudad está ocupado por un párking para unas pocas decenas de coches, un paseo central y un jardín un tanto mal cuidado y muy desaprovechado. Hace apenas unas semanas ese lugar fue objeto de polémica porque una oficina móvil de una empresa de alquiler de vehículos, abandonada desde hace años, fue el escenario de varios sucesos que obligaron a intervenir a la Policía Nacional. Al final, y a petición del propio ayuntamiento, Adif autorizó a su desmantelamiento, y ahí fue cuando el alcalde reveló que había solicitado la cesión de esa superficie en favor del municipio.
La idea, teniendo siempre en cuenta que bajo el asfalto discurre el túnel ferroviario de doble vía que se prolonga hasta la calle del Tossal, es conseguir la titularidad porque el ayuntamiento está interesado en una profunda remodelación urbanística, no solo de la explanada situada ante la estación, sino que el proyecto, todavía por definir, incluiría las calles que la rodean. En su conjunto suma una enorme superficie libre de edificios, salvo la recientemente remodelada Oficina Municipal de Turismo, con muchas posibilidades de embellecimiento.
El alcalde gandiense señaló hace unos días a este periódico que en la negociación abierta con Adif se han interpuesto aspectos económicos sobre la gestión de la estación de autobuses, situada junto a la de ferrocarril, de manera que los técnicos están ahora detallando el acuerdo al que se confía alcanzar con todos los actores implicados.
Una gran oportunidad
El concepto que Gandia quiere llevar a cabo, si se consigue la cesión del espacio urbano deseado, se podría incluir en la relación de actuaciones urbanísticas que afectarán tanto a viviendas privadas como a espacios públicos del Área de Rehabilitación y Regeneración Urbana (ARRU) que ya está aprobado para el distrito de Corea. Se trata de un conjunto de obras que contempla más de cuatro millones de euros de inversión y que, en el ámbito de lo público, cambiará la imagen del tramo de la calle Perú más cercano a la estación y el entorno de esa instalación. De ahí surge el interés del Gobierno local por incluir la explanada propiedad de Adif. Buena parte de los trabajos de este ARRU se ejecutarán durante los dos próximos años.
Al margen de las mejoras en otros lugares, una actuación que englobara la explanada de Renfe con la calle Perú y la avenida del Marqués de Campo, con una superficie de varios miles de metros cuadrados, se convertiría en uno de los escaparates de todo el ARRU de Corea.
