Dos fotos para hallar la fosa de los fusilados de Gandia

Dos fotos de familiares de Camilo Albert abrieron una minuciosa investigación que ha permitido ubicar el lugar en el último intento

Las dos imágenes de 1965 que han permitido encontrar la fosa de los fusilados en el cementerio de Gandia

Las dos imágenes de 1965 que han permitido encontrar la fosa de los fusilados en el cementerio de Gandia / Graciela Albert

Sergi Sapena

A finales del año pasado Graciela Albert, nieta de Camilo Albert, un represaliado de Sueca fusilado en 1939 en el cementerio de Gandia, sacó a la luz dos fotografías tomadas en febrero de 1965 con familiares colocando flores en el lugar donde sabían que había sido enterrado Camilo. Cuando aparecieron las imágenes los arqueólogos ya habían intentado, en dos ocasiones, hallar esa misma fosa común donde se enterró a la mayoría de las 62 personas fusiladas en Gandia entre 1939 y 1940, pero las dos habían sido negativas.

La aportación de esas fotos, como un milagro, llevó a reflexionar e inmediatamente a abrir una investigación en la que se implicó el Arxiu Històric de Gandia. Observaron los bloques de nichos, la explanada en la que los familiares de Albert colocan las flores, e incluso la proyección de las sombras, para determinar en qué punto exacto del cementerio de Gandia se encontraban

Esos esfuerzos han dado fruto y, el pasado jueves, justo en ese lugar, los arqueólogos hallaron los primeros cuerpos pertenecientes, casi con toda seguridad, a los fusilados del franquismo, y es muy probable que, debajo de ellos, o al lado, se encuentren más restos de los represaliados.

Bernat Martí, archivero de Gandia, cuenta a este periódico que, cuando observaron las fotografías entregadas por Graciela Albert abrieron los expedientes municipales en los que se detalla dónde se construyeron bloques de nichos a partir de 1965. También se visualizaron imágenes aéreas para precisar todavía más el lugar. Con esa labor se pensó, y finalmente así ha sido, que el autor de las dos imágenes, seguramente otro familiar de Camilo Albert, estaba situado justo encima de la fosa donde se arrojó a los fusilados entre 1939 y 1940. Y allí mismo se había construido, años después, uno de los bloques de nichos que todavía permanece.

Los últimos fusilados

Como era lógico, la empresa Arqueoantro, en el tercer intento de hallar los cuerpos, se centró en ese lugar convertido ahora en el punto de atracción de familiares, y también de la Administración, para determinar cuántas personas puede haber allí.

El archivero Martí detalla que los cuerpos encontrados ahora seguramente pertenecen a los últimos fusilamientos certificados en Gandia. Las víctimas serían 20 internos de la prisión, entonces ubicada en l’Escola Pia, que trataron de huir en octubre de 1940 y a los que las autoridades franquistas ejecutaron la madrugada del 31 de ese mismo mes. La pista son las chaquetas de abrigo que llevaban puestas y con las que fueron enterrados. De ser así, es probable que junto a ellos se encuentren el resto de los fusilados, hasta 62, porque se sospecha que todos fueron arrojados en una misma zanja.

Esas dos fotografías han permitido abrir la esperanza porque, tras los dos intentos anteriores fallidos, entre los familiares de los fusilados corría la sensación de que esta iba a ser la última oportunidad de hallarlos. Ahora se reinicia no solo un proceso de excavación que puede ser largo por la existencia de ese bloque de nichos interpuesto sobre los enterramientos, sino también de identificación de los restos que vayan apareciendo.

Los trabajos siguen la próxima semana

A los cuatro cuerpos que aparecieron en la mañana del pasado jueves, cuando se descubrieron los primeros restos de los fusilados en la fosa del cementerio de Gandia, se sumaron ayer otros tres situados justo al lado. Este hecho alimenta la idea de que puede haber muchos más en las inmediaciones. Los trabajos para abrir más espacio, financiados por la diputación, seguirán la próxima semana.