El souvenir más buscado de Gandia

Imanes, tazas, camisetas… Numerosos productos con el nombre de Gandia se venden cada verano en las tiendas de souvenirs del Grau y la playa. Unos son más genuinos, otros el resultado de la fabricación en serie a los que sólo se les añade el nombre de la ciudad, así que también podrían servir para Peñíscola o Benidorm. 

«Los más vendidos son el imán de madera (entre 1 y 2 euros), el neceser con el nombre de Gandia (entre 4,50 y 5,90 euros) y la taza, desde dos euros», explica Ana Cristina Román, encargada de la tienda de regalos Ninita, en la calle de la Pau, en el Grau de Gandia, una de las zonas donde se concentran más establecimientos de recuerdos. «Los extranjeros compran objetos más grandes y tienen más gusto por los motivos marineros, como conchas, faros o veleros», señala, y añade que los jóvenes compran más imanes, mecheros y camisetas, «y los mayores entre 60 y 70 se suelen llevar pastilleros con el nombre de Gandia». 

Pero hay una variedad enorme de productos customizados: paños de cocina, camisetas, toallas, abanicos, e incluso pequeñas tablas de surf. La gran mayoría de los clientes piensa en regalar a un familiar cuando compra un «souvenir». La fórmula «Recuerdo de...» o «Estuve en Gandia y me acordé de ti» ya se ve algo viejuna y está prácticamente en desuso. 

Además, desde hace unos cinco años el ayuntamiento también se ha lanzado a tener una línea de productos oficiales con un diseño propio, con el logotipo turístico de la estrella de Gandia. Se venden exclusivamente en las oficinas de turismo y se pagan con tarjeta, para evitar que los informadores manejen dinero en metálico. La recaudación va a la caja común del ayuntamiento. 

Así, está la camiseta (12 euros), pareo (15 euros), e incluso un ambientador, que se presenta en «mikado» (15 euros) o en «spray», por dos euros más. Las camisetas, con un aspecto retro y de algodón orgánico, hacen referencia a los principales atractivos del destino: el Palau Ducal, la playa, el marjal o las naranjas. El pareo, diseñado por Miquel Suay, tiene 2x2 metros.

En cuanto a la fragancia, Gandia es la segunda ciudad española que tiene una, por detrás de Málaga, explica Salvador Bellver, coordinador municipal de las Tourist Info. Es una reciente colaboración con la empresa Essential Compositions, creada por la perfumista Sandra González. Tiene notas de romero, naranja, chocolate y pólvora. Se vende prácticamente a precio de coste. 

En el verano de 2020 fueron un éxito los «kits» de playa con cuatro estacas de madera y una cinta, para marcar la distancia social en la arena. Se vendieron más de 15.000 «kits» al precio de 3 euros, pero ya no se comercializan. 

En Gandia no hay muchos objetos de artesanía que ofrecer al visitante. El Palau Ducal vendía productos, pero justo hace un mes lo dejó de hacer porque no tienen un espacio físico adecuado. «No descartamos encargar más género cuando esté lista la nueva tienda», apunta la directora, Estela Pellicer. Hasta ahora los «souvenirs» más vendidos eran imanes, camisetas y una pequeña cerámica con el escudo de la doble corona papal. 

En este particular «estudio de mercado del souvenir» no hay ni rastro del Tio de la Porra, el personaje que abre la Fira i Festes, totalmente desconocido para el turista, aunque el ayuntamiento tiene la marca registrada y en alguna ocasión ha hecho camisetas.

Cocoloco, historia de una camiseta

Mención a parte merece uno de los "souvenirs" más buscados todo el año es la camiseta de la discoteca Cocoloco. Jóvenes de toda España siguen comprando los productos de esta sala como hace 30 años.