Gandia se adelanta al veto de quemar restos agrícolas y proyecta una planta de biomasa

La instalación se montará en la cantera clausurada de Marxuquera y dará servicio a los agricultores, que a partir de 2025 ya no podrán hacer fuego

El debate está en la gestión y en el tipo de aprovechamiento de la materia vegetal

El ayuntamiento ya ha pedido ayudas, pero la clave es cómo recoger la gran cantidad de restos que se generan

Un agricultor quema restos de poda en un campo de naranjos.

Un agricultor quema restos de poda en un campo de naranjos. / Levante-EMV

Sergi Sapena

Si no se prolonga la moratoria ahora vigente, a partir del año que viene se tendrá que cumplir una directriz europea que prohíbe la quema masiva de los restos de podas agrícolas y otros residuos biológicos que pueden aprovecharse. Eso tendrá en la Comunitat Valenciana un efecto muy importante porque la mayoría de agricultores, sobre todo los propietarios de pequeñas superficies, se deshacen de esos restos mediante fogatas que, en no pocas ocasiones, ha derivado en incendios forestales.

Adelantándose a la situación y a los problemas que se pueden generar, con el ánimo de dar respuesta a los agricultores, el Ayuntamiento de Gandia se ha puesto manos a la obra para poder construir una gran planta de biomasa que se ubicaría en la cantera clausurada de Marxuquera.

En ese lugar se recepcionarían todos los restos vegetales que se generan en el término, sin descartar que se extienda a otros municipios de la Safor o de comarcas vecinas. Ahí figuran desde los residuos de la limpieza y mantenimiento de parques y jardines a las ramas de las podas en todo tipo de árboles. Desde las cañas que se retiran para limpiar cauces fluviales a la vegetación del sotobosque para prevenir la propagación de incendios forestales. En un momento dado, incluso podrían triturar muebles y objetos de madera.

Una trituradora de restos como la que se situaría en la cantera clausurada de Marxuquera.

Una trituradora de restos como la que se situaría en la cantera clausurada de Marxuquera. / Levante-EMV

La concejala de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Emergencia Climática y el director de Medio Natural del Ayuntamiento de Gandia, Alícia Izquierdo y Daniel Muñoz, explican a este periódico que todo se podría triturar mediante un gran molino que se asentaría en la cantera, un suelo que es apto para esa actividad porque todavía conserva la catalogación de industrial de cuando se sacaban áridos.

La clave de todo es que los biorresiduos triturados se puedan aprovechar después, bien convirtiéndolo en abono ecológico mezclándolo con otros elementos orgánicos, o bien compactándolo para la fabricación de pellets, un combustible muy buscado para estufas domésticas y calderas industriales que cada vez se comercializa en mayor cantidad.

Sin gasto para los agricultores

El ayuntamiento ya ha pedido ayuda para impulsar una idea que tuvo su antecedente cuando se trituraron restos de los árboles quemados en el gran incendio forestal de 2018 que arrancó en Llutxent y terminó en la zona de Marxuquera.

Lo que queda por definir, y ahí se están valorando diferentes alternativas, es cómo gestionar todo este proceso. Porque, evidentemente, lo fundamental es que los restos de poda de los agricultores acaben allí sin que eso les genere un gasto o un tiempo adicional a un sector ya de por sí suficientemente castigado.

La otra cuestión es si el funcionamiento de la planta de biomasa queda gestionada íntegramente por el ayuntamiento o, como parece más probable, se entrega a una empresa especializada a cambio de un canon o de la obligación de recoger los materiales que se triturarían para su posterior aprovechamiento.