Xeraco ya ha decidido cómo conseguir que el agua sea perfectamente potable para todos

El Ayuntamiento de Xeraco ha optado por llevar a cabo un proyecto que tiene como objetivo acabar definitivamente con el problema de la contaminación del agua potable por exceso de nitratos y la presencia de algunas sustancias usadas en los herbicidas agrícolas.

Después de muchas actuaciones que han permitido paliar temporalmente el problema del agua que se capta de los dos pozos municipales, Galera I y Galera II, la decisión ha consistido en la construcción de una planta desnitrificadora que rebajará tanto los índices de nitratos disueltos como las trazas de terbumetón para que el agua pueda ser considerada plenamente potable.

El alcalde de Xeraco, Avelino Mascarell, señala que hasta ahora se han adoptado soluciones temporales y provisionales, como la disposición de filtros de carbono para depurar el agua, pero aun así se mantienen niveles de sustancias que obligan, siguiendo las indicaciones de Salud Pública, a no recomendarla el consumo para mujeres embarazadas, lactantes y personas enfermas. Consecuencia de ello, desde hace años Xeraco figura entre las localidades donde una gran cantidad de personas opta por abastecerse de agua embotellada, y eso lo saben bien los supermercados de la zona que tienen que aprovisionarse ante la demanda de los vecinos.

El alcalde Mascarell explica a este periódico que todo el proceso para construir la planta potabilizadora ya está en marcha y que el deseo es que esté funcionando cuanto antes. Aunque no es posible concretar plazos, lo que sí es seguro que este año comenzarán las obras y que comenzará suministrar antes de que acabe la presente legislatura municipal.

La planta que se encargará de ejecutar la empresa que tiene la concesión del suministro de agua potable a Xeraco se construirá al lado del depósito regulador, en la parte alta del término, de manera que el agua procedente de los pozos se depuraría antes de introducirla en el recipiente del que se abastece toda esta localidad, de cerca de seis mil habitantes que, en verano, afronta una población flotante, especialmente en la playa, que alcanza las veinte mil personas.

Desde hace meses el ayuntamiento está adoptando cuantas acciones sean necesarias para avanzar las obras. Así, ya está en marcha el proyecto para que Iberdrola construya la línea eléctrica necesaria para el funcionamiento de una planta desnitrificadora que requiere un elevado consumo de energía.

Planta frente a otra perforación

El Gobierno de Xeraco tenía otras opciones para tratar de solucionar un problema que afecta a numerosos municipios de esta y otras comarcas, entre las que destaca la inversión de aproximadamente un millón de euros para captar agua de un acuífero no contaminado y construir la correspondiente canalización hasta el depósito regulador. Esa alternativa tiene la ventaja de invertir el dinero y después abaratar el proceso para el suministro de agua, pero el importante inconveniente de no garantizar la potabilidad del agua en el futuro y en todo momento. 

La planta desnitrificadora, en cambio, obliga a poner dinero no solo en su construcción, sino también en su posterior funcionamiento, mantenimiento y actualización, pero el gran beneficio es que, según estiman los técnicos, dará agua en condiciones con toda seguridad y regularidad.

Gandia ya lo hizo cuando detectó el problema y funciona bien

Expertos en medio ambiente ya lo advirtieron hace décadas. El uso masivo de abonos sintéticos con nitratos y, posteriormente, el de los herbicidas, afectaría a los acuíferos subterráneos en todas aquellas zonas de agricultura intensiva en que estos elementos están presentes. Y la Safor está entre las primeras en el uso de esas materias.

Por eso no tardaron a surgir los primeros análisis de aguas con niveles de nitratos por encima de lo que es recomendable para la salud, lo que obligó a muchas administraciones a tomar cartas en el asunto.

La Mancomunitat de la Safor estuvo entre las primeras y construyó un sistema de captación y distribución de agua que, desde hace cerca de treinta años, ha permitido el consumo de agua del grifo a cerca de cincuenta mil personas de catorce municipios.

Hace más de cinco años Gandia, que disponía de plantas de tratamiento propias para eliminar los nitratos, tuvo que incorporar otro sistema, con filtros de carbono, para reducir los niveles de productos procedentes de los herbicidas. Dos millones de euros tuvo que invertir la empresa que gestiona toda la red de agua potable de la ciudad, previamente autorizada por el ayuntamiento.

Este sistema, que ha funcionado a la perfección, permite que todos los gandienses disfruten de un agua excelente en términos de salubridad. Esa es la misma fórmula que ahora va a aplicar el Ayuntamiento de Xeraco.