Gandia convoca a los alcaldes con el Consell y el Gobierno para abordar el tranvía y el tren

Con el ánimo de no perder ni un segundo que retrase el proyecto del tren o del tranvía Gandia-Dénia, y solo 24 horas después de que el ministro de Transportes, Óscar Puente, anunciara que los tiros van más por un sistema «tren-tram» que por un tren convencional de Cercanías, el alcalde de Gandia ha tomado la iniciativa y ayer mismo remitió cartas al ministro y al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, solicitando una reunión con todos los alcaldes afectados.

La idea es que en ese encuentro estén todas las administraciones implicadas más las primeras autoridades de los principales municipios del trazado, especialmente Gandia, Oliva y Dénia.

El objetivo es «impulsar las dos infraestructuras básicas para mejorar la conectividad y competitividad de los territorios de la Safor y la Marina: el tranvía Gandia-Dénia y el Tren de la Costa». El alcalde de la ciudad insiste, sobre el debate de si tren o tranvía, que «Gandia no renuncia a nada y aspira a todo en materia de infraestructuras».

Este miércoles, después de que el ministro de Transportes contestara al senador Enric Morera que el Tren de la Costa presenta muchas complejidades ambientales y que había que valorar esa idea del «tren-tram», José Manuel Prieto ya señaló que se trata de «una propuesta realista que defendimos cuando la presentó el Consell del Botànic, porque pensamos que vertebrará la Safor y la Marina y facilitará el acceso a servicios públicos importantes como es el hospital comarcal». En su opinión, el tranvía es «una solución sostenible, en tanto que facilita el desplazamiento en recorridos cortos y evita el uso del coche. De reducido impacto ambiental, puesto que el tren puede funcionar a velocidad reducida en los tramos urbanos sin provocar ninguna cicatriz en las poblaciones. Es un proyecto estratégico en el ámbito turístico, social y de intercambio cultural».

Alegaciones sin respuesta

Respecto al tren convencional, el llamado Tren de la Costa, el alcalde gandiense defendió la idea, pero no el trazado que se ha propuesto desde el ministerio. De hecho, el ayuntamiento alegó en dos ocasiones, la primera en 2016 y la segunda dos años después, exigiendo que no se sacara la estación de tren del centro de la ciudad y que el ancho de vía fuese el mismo en todo el trazado porque considera que, con el proyecto en trámite, Gandia saldría perjudicada respecto a Benidorm, otro destino turístico capital de la Comunitat Valenciana, dado que quedaría mucho mejor conectada por ferrocarril que Gandia.

El alcalde ha aprovechado esta nueva sacudida administrativa respecto al tranvía y al Tren de la Costa para exigir al Ministerio de Transportes que responda a aquellas alegaciones que presentó Gandia y señala que aspira a un «acuerdo entre todas las Administraciones», de ahí la reunión solicitada entre las administraciones implicadas, «para coordinar soluciones de movilidad que no pueden esperar más años ni más retrasos».

Antes de ese esperado encuentro entre el ministerio y la Generalitat, Prieto convocará a los alcaldes de los municipios afectados para que entre todos se pueda consensuar una estrategia común el defensa del proyecto. «Gandia tiene vocación de ejercer liderazgo y capitalidad y, entre todos, seguiremos defendiendo infraestructuras para vertebrar la Safor y la Marina, dos comarcas vitales para la Comunitat Valenciana y para garantizar la futura competitividad de las empresas y los proyectos de vida de la ciudadanía», concluye el alcalde gandiense.

Un endiablado estudio ambiental que lleva congelado desde hace años

Construir una doble vía férrea de alta capacidad que discurra por el interior de Gandia, siga hacia el sur por zonas urbanas, cruce Oliva, supuestamente en subterráneo, y llegue hasta Dénia no es una tarea ambientalmente sencilla. Y es eso, justamente el estudio sobre sus consecuencias sobre el medio natural, lo que ha retrasado la tramitación de este expediente que lleva años paralizado.

Solo en este tramo citado, además de discurrir entre zonas urbanas y un área densamente poblada y turísticamente de primer nivel, la doble vía tiene que atravesar al menos el entorno de dos parques naturales, el del Marjal de Pego-Oliva y el del Montgó.

Mucho «peores» si así puede denominarse, son los efectos sobre el paisaje y el medio natural en el tramo más hacia el sur, desde Dénia a Alicante, donde el tren atravesaría, otra vez, zonas densamente pobladas y parajes naturales que están protegidos.

Todo ello ha supuesto que, años después de iniciarse, esa endiablada evaluación de impacto ambiental del Tren de la Costa siga congelada. Las palabras de Óscar Puente en el Senado, que apuntó la «enorme complejidad» que supone el trazado del tren entre Gandia y Dénia, apuntan a que el ministro de Transportes ya ha sido informado de las afecciones que una actuación así tendría sobre el territorio y los elevados costes de ejecutar el proyecto.

De hecho, y a petición del Ayuntamiento de Gandia, el ministerio aceptó desligar la evalución ambiental que afecta al desdoblamiento de la vía férrea entre Cullera y Gandia, considerada la primera fase del Tren de la Costa, para que en ese tramo los trámites no se retrase más de lo debido y el proyecto pueda ser aprobado cuanto antes. El estudio para el otro segmento, de Gandia a Dénia, seguirá un trámite independiente y, con toda seguridad, más largo.