El control estricto y precoz de la diabetes tipo 2 ahorraría 185 millones de euros

La diabetes mellitus tipo 2 (DM2) tiene una alta prevalencia. En España, la incidencia en adultos se sitúa en 3,7 casos por cada 1.000 personas, el 7,8 % de la población española, lo que supone 150.000 nuevos diagnósticos al año. Esta patología, además, se asocia a complicaciones a largo plazo por afectación microvascular (retinopatía, nefropatía y neuropatía) y macrovascular (aumento del riesgo de enfermedad cardíaca coronaria, cerebrovascular y vascular periférica). Todo ello supone un impacto enorme para el paciente, por la pérdida de calidad de vida, así como para el Sistema Nacional de Salud y la sociedad, teniendo en cuenta la gran inversión que supone proporcionar los recursos sanitarios y asistenciales necesarios. 

« Tenemos que trabajar sobre la innovación, ponerla a disposición de los pacientes»

Teresa Millán

— Directora de Corporate Affairs de Lilly

ara concienciar sobre la importancia de la detección precoz de la DM2, así como de mantener a raya los niveles de glucosa en sangre, Vivactis Weber ha realizado un informe —encargado por la empresa farmacéutica Lilly— sobre «El valor social de un control estricto y temprano de la diabetes tipo 2 en España». Los resultados del estudio se presentaron este lunes en el encuentro organizado por Levante-EMV, Información y El Periódico Mediterráneo, junto a Lilly, para poner sobre la mesa qué efecto provoca la enfermedad en todos los ámbitos, desde el social hasta el fármaco económico. 

De esta manera, en la mesa de debate, moderada por Silvia Tomás, directora de Relaciones Institucionales de Prensa Ibérica en València, participaron la doctora Ruth Usó, directora general de Salud Pública de la Conselleria de Sanidad; la doctora Rosa Casañ, tesorera y representante de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y especialista en el servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario de València; MªTeresa Marí, representante de Federación de Diabéticos de la Comunitat Valenciana (Fedicova) y de la Federación Española de Diabetes (FEDE); la doctora Teresa Millán, directora de Corporate Affairs de Lilly; y María Merino, directora del departamento de Health Outcomes Research de Vivactis Weber. 

«Es fundamental aportar herramientas a la administración para que tome decisiones»

María Merino

— Directora de Health Outcomes Research de Vivactis Weber

Esta última fue la encargada de presentar las principales conclusiones del informe, avalado por SEEN y por FEDE, para el que se llevó a cabo una revisión de la literatura científica —de los 134 artículos analizados tan solo diez contenían información relevante— y se conformó un comité multidisciplinar de expertos para validar los datos y contextualizar los datos en la realidad española. Con todo, se establecieron cuatro áreas de análisis: consumo de recursos sanitarios por complicaciones micro y macrovasculares, impacto en las hospitalizaciones, pérdida de calidad de vida y pérdidas en la productividad laboral por mortalidad prematura. 

Así, una persona con un control estricto (es decir, con la hemoglobina glicosilada o el promedio de glucosa en sangre por debajo del 6,5 %) y temprano (esto es, en los primeros cinco años tras el diagnóstico) supone un gasto de 13.473 euros en cinco años, mientras que con un control no estricto sería de 16.122 euros. La diferencia entre ambos se traduce en un valor social positivo, puesto que se reduciría el impacto económico en 2.649 euros por paciente.

«Es imprescindible la comunicación con Atención Primaria. Necesitamos criterios de derivación rápidos»

Rosa Casañ

— Especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario de València

En el conjunto de España, la cifra de valor social podría ascender a los 185 millones de euros de ahorro en los primeros cinco años, una reducción del 8,7 % del coste total generado por la diabetes. «Esta reducción del impacto económico se traduciría principalmente en hospitalizaciones, donde se podrían generar 66 millones de euros de ahorro directo para el sistema de salud pública; 22 millones en complicaciones; en calidad de vida, se podrían conseguir 56 millones de euros; y en reducción de mortalidad 41 millones», detalla María Merino. 

La experta señaló también algunas limitaciones del estudio, entre ellas, la falta de otras áreas de análisis debido a la ausencia de literatura científica sobre ellas, solo se han incluido en el informe los pacientes con DM2 que trabajan, y tampoco se han tenido en cuenta las complicaciones agudas. «No tenemos que tener miedo a evaluar económicamente. Es fundamental aportar herramientas a la administración pública para que tome decisiones basadas en la eficiencia. El sistema sanitario no es infinito», apuntó. Una ayuda que la directora general de Salud Pública valoró: «El informe nos enseña a cuantificar y traducir el impacto de la diabetes». 

«El abordaje de la diabetes tiene que ser igual al del resto de enfermedades crónicas»

Ruth Usó

— Directora general de Salud Pública de la Conselleria de Sanidad

En este sentido, las expertas coincidieron en destacar la importancia de disponer de toda la información posible, tanto para los gobiernos como para los propios pacientes. Desde hace ahora cien años, la empresa farmacéutica Lilly se dedica a investigar y profundizar en el conocimiento de la diabetes. De hecho, fueron los primeros en fabricar y comercializar la insulina. «Tenemos que trabajar sobre la innovación, ponerla a disposición de los pacientes, de los profesionales sanitarios y, por supuesto, de la administración. Somos los grandes productores de información científica y técnica. Ese intercambio es importantísimo», defendió Teresa Millán. 

Mejora de los mecanismos

Otra de las conclusiones que dejó el evento es la necesidad de mejorar los mecanismos de control y prevención de la enfermedad. «Nos llegan pacientes que cuando los diagnosticamos ya tienen complicaciones. Eso quiere decir que hemos llegado tarde. En la prediabetes ya hay complicaciones macrovasculares. La hiperglucemia mantenida (por encima del 6,5 %) provoca alteraciones microvasculares como la retinopatía, la nefropatía y la neuropatía. La DM2 sigue siendo la causa más frecuente de ceguera en los países desarrollados. También de deterioro renal. Y todo ello es evitable con un diagnóstico y un tratamiento precoz y global. Por eso es tan importante el control estricto», explicó Rosa Casañ. 

Una de las herramientas hacia la que apuntan las expertas es la detección automatizada en laboratorio, con programas que cuando registren una glucemia en valores por encima de 100 haga saltar las alarmas y se pueda empezar el tratamiento de la prediabetes cuanto antes. «Es imprescindible la comunicación del área de Endocrinología con la Atención Primaria. Tenemos que tener criterios de derivación fáciles, rápidos y sencillos para que los pacientes se puedan beneficiar», aseguró la doctora. 

Asimismo, las ponentes pusieron sobre la mesa la necesidad de promover la educación diabetológica. MªTeresa Marí ha estado en ambos lados de la enfermedad, como enfermera y como paciente. Por eso, conoce a la perfección las necesidades de las personas diagnosticadas, y sabe que el tejido asociativo puede ser clave para dar apoyo y trasladar esta información a las administraciones.  

«Muchos pacientes no son conscientes de la importancia del control terapéutico. Depende de la educación»

MªTeresa Marí

— Representante de Federación de Diabéticos de la Comunitat Valenciana

«Muchas no son conscientes de la importancia que tiene el control terapéutico. Depende mucho de la información y la educación recibida. A veces en consulta no comprobamos si el paciente ha entendido lo que le hemos explicado. Es muy importante ponernos en su papel, escuchar sus necesidades y atender su realidad personal», reivindicó Marí, quien recordó un estudio que presentó en Lisboa en el que, entre otras conclusiones, demostraba como, con una información adecuada, el paciente pasaba de «una hemoglobina de 8,9 % a 6,5 o 7 %». 

En la misma línea, Rosa Casañ reconoció que, gracias a la educación diabetológica y a las herramientas terapéuticas actuales, un paciente puede lograr un «control metabólico excelente» en seis meses o un año, especialmente si se detecta de manera precoz. «Cuando entienden por qué buscamos un nivel de HbA1c por debajo del 6,5 %, por qué hay que controlar el LDL (colesterol ‘malo’), por qué hay que cuidar la vista y los pies, entre otros, entonces se implica en su tratamiento», compartió. 

Impulso de la administración

Por su parte, Ruth Usó puso en valor la Estrategia de Diabetes de la Comunitat Valenciana 2017-2021, que cuenta con líneas de actuación tales como la prevención, el diagnóstico precoz, el proceso asistencial integrado, o la formación e investigación. «Vamos a seguir trabajando en todas ellas, dando continuidad al esfuerzo que se venía haciendo», se comprometió. Respecto a la detección automatizada de la diabetes, recordó que es una acción que «ya estaba dibujada» y que es fundamental «poner en marcha». Usó también trasladó su propuesta de reactivar la comisión supradepartamental que se formó el pasado mayo para hacer seguimiento de las actuaciones que se llevan a cabo y proponer otras nuevas. 

Además, la directora general manifestó su intención de «impulsar la prevención y la promoción de la salud». «El abordaje de la diabetes tiene que ser igual al del resto de enfermedades crónicas. Hay cuatro factores de riesgo: dieta, actividad física, tabaco y alcohol. Ahí es donde tenemos que actuar, con herramientas y acciones específicas para los colectivos más vulnerables. Si sabemos manejar la salud, sabemos manejar la enfermedad», concluyó.