Viene siendo una estampa habitual. Los usuarios del Jardín del Túria se vieron sorprendidos con la procesión en la que participaron inmigrantes y feligreses españoles de diferentes parroquias que, bajo el lema «Jesús inmigrante y refugiado», organizado por la delegación diocesana de Migraciones del Arzobispado. Se trata del «Vía Crucis de todos los pueblos», que se celebra en el marco de las celebraciones de la Semana Santa, en el que «este año más que nunca será de denuncia social donde la Iglesia clama contra la indefensión del inmigrante y el refugiado», según la agencia Avan.

Este año «nos hacemos eco del comunicado de los Obispos de la Conferencia Episcopal Española, frente al acuerdo alcanzado entre UE y Turquía, mostrando el inmenso dolor ante esta y todas las últimas tragedias humanitarias que afectan a emigrantes y refugiados», según fuentes de la delegación diocesana. El icono principal fue una imagen de Jesús no con corona de espinas, sino rodeado e alambres, pintado por un inmigrante cubano.