De personaje secundario de Billy Elliot al Royal Ballet School

El bailarín valenciano Eduard Talens empezó a adentrarse en la danza clásica cuando sólo tenía 5 años

Vivió cuatro años en Madrid para prepararse uno de los papeles más importantes

Eduard Talens en Londres.  levante-emv

Eduard Talens en Londres. levante-emv / saray fajardo. valència

Saray Fajardo

Saray Fajardo

La infancia de Eduard Talens no estuvo marcada por las consolas, los coches o el fútbol. Él a penas tenía cinco años, cuando le robaba las zapatillas de media punta a su prima y se ponía a practicar ballet en casa. En ese momento, sus padres pensaban que todo aquello quedaría en una anécdota, pero no fue así. Con sólo 16 años, este joven vecino de Tavernes de la Valldigna cuenta con una larga experiencia en la danza clásica.

Actualmente, se encuentra realizando un curso en la Royal Ballet School de Londres. Sólo este verano ya ha estado en el teatro Princesse Grace de Mónaco a principios de julio y a finales de este mes participará en el XIV Campus Internacional de Danza de València. «Yo ya le he dicho que no va a poder disfrutar del verano, pero a él le gusta», señala su madre, Sonia Talens. Ella, a pesar de regentar un bar en el municipio, no ha dudado en acompañarle en esta aventura. Junto a su sobrina, se desplazaron a principios de verano hasta Mónaco. Este no ha sido el único viaje, ya que, en 2016, cuando Eduard tenía 9 años, estuvieron viviendo en Madrid durante cuatro años, ya que interpretó a uno de los personajes secundarios del musical de Billy Elliot.

Han pasado varios años, pero Sonia no olvida aquella experiencia. «Cuando tenía seis años, lo apuntamos a clases de hip-hop en Tavernes, pero sabíamos que a él le gustaba el ballet clásico porque le cogía los zapatos a mi sobrina y se ponía a ver vídeos», reconoce. Eduard también realizó clases de flamenco, antes de adentrarse en la danza clásica. «Él lo tenía claro, le encantaba el ballet», explica.

El baile y Eduard, a pesar de su corta edad, siempre han sido uno. Fuese donde fuese, estaba practicando pasos y coreografías. «Él se grababa durante los ensayos para verse después y rectificar», indica su madre. Por eso, cuando tenía ocho años, una profesora del colegio les sugirió que se apuntase al castin del musical de «Billy Elliot». Tras pasar varias pruebas, la familia tuvo que desplazarse hasta la capital española, donde residieron durante cuatro años. «Estuvimos todo el día llorando cuando le dijeron que había sido seleccionado», explica Sonia. Curiosamente, unos meses antes, la familia había presenciado el musical de «El rey león» en Madrid. «Me dijo: ‘Mira, mamá, algún día estaré ahí’. Aquello fue en diciembre de 2015 y en abril de 2016 nos llamaron», recuerda.

Tras un año de formación, Eduard no pudo ser el protagonista de la obra, pero sí que interpretó a un personaje secundario. «Nos dijeron que era muy pequeño y que no podría estar tres horas encima del escenario», lamenta Sonia, quien reconoce que «fue duro, pero le dije que vendrían cosas mejores». Y así fue. Aquella experiencia se convirtió en un aprendizaje para el joven, que en septiembre cursará el último año en el Conservatorio Profesional de Danza en València. Por las mañanas, acude al instituto, donde cursa 4º de ESO y, por las tardes, ensaya. En palabras de su madre, «es muy sacrificado porque llega a las diez de la noche a casa, pero es lo que él ha escogido».

Aunque todavía es pronto, este joven bailarín lo tiene claro. «Él quiere seguir vinculado a la danza en un futuro. No descarta estudiar un Bachillerato Artístico para ser profesor. Sin duda, tendrá nuestro apoyo», recalca su madre. Pero este no ha sido el único apoyo: «Siempre ha sido un ejemplo en el colegio. Si una chica puede jugar a fútbol, él puede bailar», reivindica.