La acusación particular que ejerce la familia del menor de 17 años del que está acusado de abusar el ex presidente del Valencia CF Pedro Cortés eleva a dos años y medio la petición de cárcel para el ex directivo valencianista y ex delegado de la Federación Española de Fútbol hasta enero pasado, cuando trascendió la detención y acusación formal de Cortés.

Así lo recoge el escrito provisional de acusación presentado ayer por el abogado de la familia, Mariano Oliver, quien, además de la pena de prisión por el delito de abusos sexuales a mayor de 16 años y menor de 18, se condene a Pedro Cortés a otros cuatro años más de libertad vigilada y a cuatro de alejamiento del chico, lo que implicaría que no podría comunicarse por vía alguna ni acercarse a menos de 500 metros de su víctima en ese tiempo. Además, le exige 6.000 euros de indemnización.

Sí ingresaría en la cárcel

El aumento en seis meses de la petición de prisión no es baladí, dado que lo habitual es que los condenados primerizos a quienes se les imponga una pena inferior a dos años no ingresen en la cárcel, pero si la condena supera ese tiempo, la pena no se le podría conmutar y debería entrar en la penitenciaría.

El letrado rememora en su escrito que Cortés actuaba ‘de facto’ como auténtico representante del menor, a pesar de que había firmado el contrato con su hijo, que es quien dispone de licencia FIFA. Ello «facilitó que tuviese contacto directo y habitual» con el chico, que estaba interno en la residencia del Valencia CF, «ejerciendo influencia sobre el menor y sus padres, dada la pública, dilatada y notoria trayectoria del acusado en la carrera futbolística».

Algunos de los wasaps: «Si voy ahí, te como enterito, hasta que el niño llore», «no quiero que estés con las titis» o «eres mío, mamón»

Rememora el episodio ocurrido aquel domingo 22 de noviembre de 2020 que desembocó en la denuncia, en el que primero Cortés, de 73 años en ese momento, le susurró al adolescente «con animo libidinoso» al oído «te como enterito» mientras comían con la familia del ex presidente del Valencia en un restaurante de València. Después, explica el escrito, cuando el septuagenario reintegraba al chico a la residencia del club, en Paterna, de donde lo había recogido a las 13.00 horas en su coche, «le puso la mano derecha en el muslo izquierdo del menor mientras mantenía la otra en el volante, y empezó a hacerle masajes en forma circular» cada vez más próximos a los genitales hasta, finalmente, «colocarla sobre el pene del mismo, tocándoselo»..

El adolescente «se quedó paralizado inicialmente, dado que el ataque fue «sorpresivo, indeseado y no consentido», pero luego le apartó la mano, a lo que Cortés le respondió: «Vida solo hay una y hay que disfrutarla».

El escrito afirma que «aprovechándose de la relación de confianza establecida [como representante del chico que era], de superioridad sobre el menor debido a su notoriedad pública y de la más que influencia que tenía sobre su carrera profesional como futbolista», mantenía conversaciones directas con él por Whatsapp. La acusación recopila algunas de ellas, de indudable sentido sexual explícito, para que sean analizadas en el juicio: «Eres mío entero», «te voy a comer enterito», «si quieres voy allí ahora y sabes lo que te va a pasar», «eres mío hasta los huevos, mamón», «voy, te jalo y me vuelvo», «no quiero que te toquen las titis», «había pensado en ir, comerte entero y volverme. Qué te parece?», «entero te como, hasta la punta del nabo, hasta que el niño llore... Eres mío, mamón».

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