Suspenden el juicio de la violación grupal en Valencia para que los acusados declaren al final

La acusación particular ha logrado que la víctima no tenga que volver a declarar presencialmente ahorrándole así un sufrimiento extra e innecesario

Los dos acusados de una violación grupal en una urbanización costera de Valencia

Los dos acusados de una violación grupal en una urbanización costera de Valencia / Dani Tortajada

Marina Falcó

Marina Falcó

Tapado con un pañuelo para no ser reconocido, uno, y con el rostro semi cubierto, el otro, han accedido P. L. J. y J. S. L. a la sala de la sección 3ª de la Audiencia Provincial de Valencia, como encausados por los delitos de abuso sexual y de inducir a otros dos menores a abusar de una menor, de tan solo 15 años en el momento en la noche del 9 de julio de 2020 en una urbanización costera de Valencia. Ambos se enfrentan a la pena de 22 años de cárcel que les solicita la Fiscalía.

Sin embargo, las defensas de estos dos jóvenes han dado un vuelco al desarrollo del juicio logrando su suspensión al solicitar que las declaraciones de ambos se produzcan al final del proceso y no al inicio, como suele ser lo habitual. Los letrados Mariano Lorente y César Olmos han alegado que no existe una norma que marque la obligatoriedad de que el testimonio de los acusados se produzca el primer día del juicio y que, puesto que "la declaración es un modo de defensa" es importante que los encausados sean conocedores de las pruebas que se presentan, "mucho más en este caso" en el que el groso de las pruebas son de naturaleza personal y testificales.

Pese a la oposición del abogado de la acusación particular, representada por Rafael Iniesta, quien ha recalcado que los enjuiciados conocen de primera mano los hechos de los que se les acusa "por eso están sentados en el banquillo", la petición ha sido admitida por el Tribunal, lo que ha llevado a que el juicio haya sido aplazado para mediados de este mes de mayo.

La víctima no declarará de nuevo

Una de las peticiones que ha realizado en este caso la acusación particular ha sido que la víctima, que cuando fue abusada a penas contaba con 15 años de edad, no tenga que volver a declarar por el alto grado de sufrimiento que esto le provocaría. Testificar y revivir de nuevo la agresión sexual que sufrió puede agravar el trastorno de estrés postraumático persistente que padece a consecuencia de la presunta agresión y que ha hecho constar en un informe pericial el médico forense.

En este caso, la acusación ha logrado evitar la revictimización de la joven puesto que la Sala ha aceptado esta solicitud, (pese a la oposición de las defensas) y en los próximos días del juicio se reproducirá la grabación de la declaración que hizo la joven en la cámara Gessell y de la además, hay transcripción.

"Venga, ahora tú que no se entera"

Tal como informó Levante-EMV acerca de este terrible suceso esta agresión sexual en grupo tuvo lugar el 9 de julio del año 2020. Esa noche, la chica asistió a una fiesta en la que consumió alcohol para, un rato después, quedar con otro menor, de 17 años, "que le gustaba".

Durante el encuentro, la joven empezó a encontrarse mal debido a la mezcla de alcohol y la medicación que tomaba en ese momento. "Qué pedo llevas ¿no?" le espetó el menor siendo muy consciente de la ebriedad de la víctima. Tras ayudarla a levantarse del suelo, el menor la llevó a otra urbanización cercana en la que se encontraban los otros tres presuntos agresores, dos de ellos mayores de edad y otro menor.

Según el relato de la Fiscalía, una vez se reunieron con los amigos, estos sentaron a la chica en una silla y mientras le mojaban la cara con agua comenzaron a lanzarle expresiones obscenas y preguntas de contenido sexual. Después de esto, condujeron a la menor hasta la azotea de uno de los edificios de apartamentos y los adultos comenzaron a jalear a los menores para que abusaran de la chica utilizando frases como "aprovecha, yo si fuera tú me la follaba" o "venga, ahora tú que no se entera".

Los dos chicos menores abusaron sexualmente de la víctima para después dejarla abandonada en la puerta del edificio.

La menor sufrió lesiones físicas y daños psíquicos como estrés postraumático (que se está cronificando) fruto de estas agresiones de las que tuvo que ser tratada.

Ahora, el Ministerio Fiscal solicita la pena de 22 años de cárcel para P. L. J. y J. S. L. así como el pago de 30.000 euros a la víctima como indemnización por daños morales.