Arranca el juicio contra tres hermanos acusados de matar a un vecino a machetazos en València

Las defensas piden la libre absolución de dos de los encausados por no participar en el crimen y del tercero, que es autor confeso, por legítima defensa

Los acusados junto a sus defensas y en primer término, las acusaciones y el fiscal

Los acusados junto a sus defensas y en primer término, las acusaciones y el fiscal / Levante-EMV

Marina Falcó

Marina Falcó

Tres hermanos se enfrentan a 22 años de prisión cada uno, acusados de matar a un vecino a machetazos en el portal de una finca del barrio de La Esperanza-Virgen de los Desamparados de València, el 24 de junio de 2021. El primer día de juicio arrancó en la sala del jurado de la Ciudad de la Justicia de València donde nueve mujeres y dos hombres deberán decidir acerca de la culpabilidad o inocencia de los acusados. La Fiscalía les imputa un delito de asesinato y los tres letrados de las defensas solicitan la libre absolución de los hermanos. De dos de ellos, Moisés G. T. y Basilio G. T. porque, según explicaron los letrados en el juicio, no participaron en la muerte de Edgar T. G. y del tercero, Aarón G. T. porque, pese a haber confesado ser el autor del ataque, lo hizo en legítima defensa porque "temió por la vida de sus familiares".

El presunto asesinato se produjo en la calle Cotes, número 3 de la capital valenciana después de que la víctima, de 41 años, comenzara a arrojar varios objetos de la familia que se encontraban almacenados en el rellano de la finca en la que vivían tanto los acusados como el fallecido mientras gritaba "voy a sacar todo".

A partir de aquí, la secuencia de los hechos es compartida por los tres hermanos: ante los chillidos proferidos por la víctima, uno de los hermanos, Basilio G. T., bajó en primer lugar al portal a ver qué sucedía y, tras recriminarle a su vecino lo que estaba haciendo, este supuestamente le intentó agredir con un cuchillo llegando a herirlo. Como continuaba el alboroto, también se presentó en el zaguán la madre de los acusados que, según las defensas, intentó separar al agresor de su hijo mientras gritaba "que lo mata, lleva un cuchillo".

El siguiente en bajar fue Aarón G. T., autor confeso de los machetazos, quien "afectado emocionalmente e incapaz de controlar sus impulsos" y temeroso del supuesto peligro ante el que se encontraba su hermano, esgrimió un arma blanca de 45 centímetros de hoja contra el ahora fallecido. Momentos después y también alertado por el escándalo, llegó el tercero de los hermanos, Moisés G. T. quien padece problemas de movilidad, y que según su defensa, se encontró a Edgar T. G. ya tirado en el suelo y a su hermano Aarón en "un evidente estado de agitación".

La Fiscalía, sin embargo, alega que la muerte de Edgar fue fruto de una "acción conjunta en la que cada uno de los hermanos jugaba un papel". Mientras Aarón apuñalaba a la víctima, los otros dos hermanos lo acorralaron y ayudaron a acuchillar "brutalmente" al fallecido que sufrió 17 puñaladas, al menos cuatro de ellas en el cráneo que le infligieron "un sufrimiento innecesario y gratuito". En esta misma línea se pronuncian las acusaciones particulares representando a los hijos del fallecido y al padre de este, quienes sostienen que existió colaboración entre los tres evitando la posible huida del fallecido y a la que provocaron "un sufrimiento extremo, porque con la primera cuchillada ya se le había provocado la muerte".

Durante la primera sesión se ha llevado a cabo la selección del jurado, conformado finalmente por nueve mujeres y dos hombres, han declarado los agentes de Policía Nacional de los dos indicativos que respondieron al requerimiento de la sala del 091, así como un inspector del Grupo de Homicidios también de Policía Nacional.

Los antecedentes de la Víctima

Uno de los asuntos que ha copado parte de la primera sesión ha sido la existencia de antecedentes policiales de la víctima. El fallecido, según ha declarado uno de los agentes de policía, contaba con 35 requisitorias de Policía Nacional y 17 de Guardia Civil. Las defensas han señalado al comienzo de la vista la existencia también de una orden de alejamiento del fallecido sobre su madre.

Sin embargo, el Ministerio Fiscal y las acusaciones particulares han hecho hincapié en que "no es al fallecido al que se va a enjuiciar y no hay que olvidar que es la víctima" y han insistido al jurado popular en que deben valorar a lo largo de las jornadas que dure el juicio si es justo lo que sucedió ese mediodía del 24 de junio de hace dos años.