Uno de los presuntos narcos de los 600 kilos de cocaína se arrancó un dedo cuando huía de la Guardia Civil

El hombre se seccionó el pulgar al quedarse enganchado cuando saltó de la escalera metálica al ver llegar a los agentes

El apéndice fue recuperado un día después y se mantiene congelado, aunque los médicos consideran que ya no lo pueden reimplantar

Uno de los presuntos narcos de los 600 kilos de cocaína se arrancó un dedo cuando huía de la Guardia Civil

Guardia Civil/Ministerio del Interior

Teresa Domínguez

Teresa Domínguez

Uno de los ocho detenidos cuando descargaban 600 kilos de cocaína en una terminal de contenedores de Quart de Poblet, tal como ha adelantado este viernes en exclusiva Levante-EMV, perdió un dedo de la mano derecha cuando intentó escapar al escuchar la llegada de los agentes antidroga de la Guardia Civil en el momento en que participaba en el rescate de los paquetes de droga.

El arrancamiento del pulgar se produjo al quedársele enganchado entre un peldaño y el lateral de la escalera metálica que los investigados habían colocado en la parte exterior de la valla perimetral de la campa para poder entrar y violentar el contenedor en el que llegó almacenada la cocaína, dentro de un doble fondo del depósito de transporte.

Saltó de la escalera con el dedo atrapado en un peldaño

Al parecer, el hombre, que como el resto de los detenidos llevaba guantes, saltó desde lo alto de la escalera para huir al escuchar el "alto, Guardia Civil" de los agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Comandancia de València, y fue en ese momento cuando se le quedó atrapada la mano y se produjo la amputación.

Aunque los agentes se dieron cuenta de que sangraba cuando le dieron alcance -salió corriendo para intentar escapar-, el sospechoso no quiso admitir que había perdido el dedo dentro del recinto, posiblemente intentando no incriminarse.

Un trabajador lo encontró y lo congeló

La consecuencia de esa decisión es que los guardias civiles especializados en narcotráfico no consiguieron encontrar en ese momento el apéndice -le vieron la amputación al examinarle la mano que sangraba-, ya que era de noche y apenas había visibilidad.

Fue al día siguiente cuando operarios de la campa localizaron la falange y el tendón flexor -de más de 15 centímetros- aún dentro del dedo del guante al retirar la escalera, que aún permanecía tirada al pie de la valla. El propietario de la empresa decidió congelar el resto humano y alertar a la Guardia Civil, que acudió a la empresa y trasladó el pulgar a la Comandancia de València, donde se mantiene congelado bajo custodia.

Dado el tiempo transcurrido, los médicos consultados por los agentes del instituto armado han concluido que han pasado demasiadas horas entre el arrancamiento y la localización del apéndice, por lo que su reimplante ya no es posible. Aún así, el dedo permanece congelado por orden judicial en las dependencias de la Guardia Civil, a la espera de que se descarte o no por completo esa posibilidad quirúrgica.

La operación de rescate de la cocaína

Tal como ha adelantado este viernes Levante-EMV, agentes del EDOA han detenido ocho hombres de distintas nacionalidades durante la descarga de un cargamento de 600 kilos de cocaína que llegaron al puerto de València ocultos en el doble fondo de un contenedor por vía marítima. Los arrestos se produjeron el pasado lunes por la noche, cuando los presuntos narcotraficantes trataban de recuperar los paquetes de cocaína para llevárselos a bordo de una furgoneta.

Los ocho detenidos han ingresado en prisión este jueves por la tarde por orden de la jueza de Instrucción número 13 de València, que ha tomado la decisión tras examinar el atestado policial, escuchar a los investigados -solo tres han accedido a declarar en el juzgado- e instar esa medida cautelar la fiscal.

Seguimiento del cargamento hasta Málaga

Según la información a la que ha tenido acceso Levante-EMV, este envío partió del puerto de Callao, en Perú, cargado con aguacate y llegó a València hace dos semanas. A partir de ese momento, los agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Comandancia de València fiscalizaron el cargamento y lo sometieron a una estrecha vigilancia, una vez que el juzgado valenciano concedió que se realizara una entrega controlada, es decir, poder someter a un seguimiento el contenedor para recuperar la droga en el momento oportuno.

Así las cosas, el envío de aguacates fue despachado y seguido hasta su destino, un almacén en un polígono de Málaga, donde los frutos fueron descargados. Después de eso, el mismo camión regresó a Valencia con el contenedor, ya vacío, y lo depositó en una terminal de contenedores de Quart de Poblet.

Tuvieron que utilizar radiales

Las mismas fuentes han indicado que los arrestos se produjeron cuando los presuntos narcos descargaban los paquetes de cocaína tras cortar con sierras radiales el doble fondo del depósito, estacionado en la campa logística de Quart de Poblet. Los ahora apresados pretendían llevarse la droga en una furgoneta que dejaron estacionada en la calle, en la que unos iban cargando los paquetes mientras otros los recogían del doble fondo y los tiraban, ya metidos en grandes bolsas de deporte, por encima de la valla perimetral del recinto, tras haber colocado sendas escaleras a ambos lados.

El hecho de que hubiera tanta gente implicada en la recuperación de la droga -habitualmente no hay más de tres implicados- se debe, precisamente, a lo tedioso de esa maniobra, ya que no podían acceder con la furgoneta al interior del puerto seco, lo que les ha complicado la tarea de hacerse con el estupefaciente.

De los ocho presuntos traficantes detenidos, siete son españoles y el octavo, albanés. Este último actuaba como 'notario' de la entrega para la organización importadora de la droga, es decir, el grupo criminal que paga el envío a los productores colombianos y que luego se encarga de su distribución. Habitualmente, los cargamentos de esta envergadura acaban sirviendo para proveer a narcos tanto españoles -principalmente a grupos asentados en Madrid- como de otros mercados europeos.

Así encontró la Policía Nacional los 561 kilos de coca entre chatarra en Almassora

Policía Nacional

Casi 1.200 kilos en una semana

Este es el segundo cargamento en pocos días de esta importancia interceptado en València, tras la aprehensión de otros 561 kilos de cocaína en un almacén de una empresa de recuperación de metales de Almassora, tal como adelantó en exclusiva Levante-EMV. En ese caso, la droga estaba oculta dentro de seis cilindros metálicos que formaban parte de un envío de chatarra procedente de Panamá.

Los agentes antidroga de la Udyco de la Policía Nacional detuvieron a cuatro personas, tres hombres y una mujer. Los cuatro ingresaron en prisión por orden del juez de Instrucción de 2 de Castelló, que decretó la medida a petición del fiscal antidroga castellonense, una vez examinado el atestado policial.

Los dos cargamentos suman cerca de 1.200 kilos de esta droga confiscada en apenas una semana.