Cristina Seguí quiere apartar a la fiscal de odio Gisbert por retuitear una noticia de Levante-EMV

La cofundadora de Vox acusa a la representante del ministerio público de "enemistad manifiesta" por "no entrecomillar" el titular donde se informaba de la apertura de juicio oral contra ella por el vídeo de las niñas violadas en Burjassot

La Fiscalía pide para Seguí 4,5 años de cárcel por revelación de secretos y por atentar contra la integridad moral de la niña víctima de la violación grupal de Burjassot

Teresa Domínguez

Teresa Domínguez

La cofundadora del partido de ultraderecha Vox en València Cristinta Seguí está intentando deshacerse de la fiscal de odio que la acusa de un delito de revelación de secretos y otro contra la integridad moral por la difusión del vídeo de las niñas víctimas de una violación múltiple en Burjassot porque, según afirma a través de su nuevo abogado, Rubén Múgica, uno de los hijos del dirigente socialista vasco asesinado por ETA en 1996, tiene animadversión declarada con ella. En concreto, le imputa "enemistad manifiesta".

Y llega a esa conclusión por un único hecho: haber retuiteado en su cuenta de X (antes Twitter) la noticia en la que Levante-EMV informaba de que el juzgado ha abierto juicio oral contra Seguí por esos delitos, por los que la Fiscalía solicita para ella cuatro años y medio de cárcel.

Eso sí, dice el abogado que esa "enemistad manifiesta" queda patente porque, según él, no solo retuiteó la noticia, sino que además "hizo suyo el titular" al copiar este y postearlo, sin entrecomillar", junto con el enlace que dirigía a la información de Levante-EMV.

El retuiteo o reposteo en esa red reproduce el tuit original tal como aparece escrito en la cuenta de origen, en este caso la de Levante-EMV, es decir, con el titular de la información justo antes del enlace que dirige a la misma, por lo que, en el caso de Susana Gisbert, no tuvo que copiar y pegar ese titular, sino que apareció tal cual, sin comillas, por el simple cliqueo en el botón de retuit de la cuenta oficial del diario.

No pueden recusarla

De momento, lo que ha hecho la exdirigente ultra, desvinculada de Vox desde 2014 tras un rifirrafe con el entonces presidente en funciones, es informar al juez de que promueven la abstención de la fiscal y le piden que le traslade esa petición para que sea Gisbert quien renuncie, dado que no pueden recusarla directamente.

Tal como publicó este diario, la Fiscalía de odio, de la que es coordinadora Susana Gisbert, abrió diligencias contra Seguí tras sumarse a una denuncia de Facua, la organización de consumidores, por los mismo motivos: haber difundido a través de su cuenta de Twitter (entonces aún se llamaba así) un vídeo que alguien del entorno de los presuntos agresores sexuales había grabado de móvil a móvil en el momento en que una de las víctimas iniciaba un directo en Instagram al día siguiente de las agresiones sexuales.

El vídeo grabado de móvil a móvil

Se trata de una conversación en la que participan las dos menores que fueron objeto cada una de una violación individual y una de ellas, además, de una violación grupal presuntamente cometida por tres menores, aunque solo dos irán a juicio, ya que el tercero no tenía aún los 14 años, la edad mínima para tener que responder ante la Justicia.

Las menores comentaban las consecuencias de haber denunciado los hechos y aparecían con las caras tapadas con filtros de Instagram que no impedían verlas ni reconocerlas y, además, la grabación incluía la pantalla completa, por lo que se veía con nitidez el nombre de usuario de la menor en Instagram, así que se la identificaba plenamente.

"Lo hicieron para hacerse famosas"

Además, la exlíder ultra y presidenta de la asociación Gobiérna-te que persigue sentar en el banquillo a la exvicepresidenta del Consell Mónica Oltra, agregó numerosos comentarios tildando de falsa la violación e incluso las edades de las menores, asegurando que era "sexo acordado o consentido" y que tenían "15 o 16 años", a pesar de que se había publicado que ambas tenían 12 años (una acababa de cumplir los 13 días antes).

En concreto, y según recoge la acusación particular que ejerce la penalista valenciana Isabel Carricondo, en ese post Seguí escribió: «Esta todo mal no es una niña de 12, sino de 15 o 16, el sexo fue acordado y consentido y lo hicieron para hacerse famosas en TV gracias a medios de difusión de bulos como vosotros».

Cinco años sin Twitter

Por todo ello, la fiscal Gisbert inició una investigación que derivó, meses después, en una acusación formal mediante denuncia ante los juzgados. El asunto fue repartido y le correspondió instruirlo al Juzgado de Instrucción número 6 de València.

Tras presentar los escritos de acusación tanto la Fiscalía, como la acusación particular, que ejerce la madre de la niña que fue violada por cuatro menores aquella tarde en una casa abandonada de Burjassot, el juez dictó auto por el que ordenaba apertura de juicio oral contra Seguí.

Además de las penas de cárcel, solicitan que su cuenta de Twitter (ahora X) sea borrada y que no se le permita entrar ni formar parte de esa plataforma durante cinco años.

A partir del auto que la acercaba a ese banquillo de los acusados, Seguí presentó su escrito negando las acusaciones, cambió de abogado fichando al donostiarra Rubén Múgica Heras y, ahora, pretende la abstención de la fiscal que la ha llevado hasta este punto.