Investigan si el asesino del canónigo se llevó algún objeto de valor

El grupo de Homicidios de la Policía Nacional trabaja en la localización e interrogatorio de testigos que puedan verificar si falta dinero -ya que no encontraron efectivo en la vivienda- u otros objetos valiosos

La víctima fue hallada tendida dentro de su cama y sin ropa

La Policía Científica ha tomado huellas en la puerta del domicilio del canónigo asesinado

T. D.

El grupo de Homicidios de la Policía Nacional de València continúa con sus labores de investigación en el crimen del canónigo emérito de la Catedral, Alfonso López Benito, cuyo cadáver con señales de haber sido asfixiado fue encontrado por el portero del edificio en su vivienda del número 22 de la calle Avellanas de la capital en la mañana de ayer. En estos momentos las pesquisas se centran en averiguar si el móvil del homicidio fue el robo o si por el contrario, se trató simplemente de una acción oportunista llevada a cabo tras matar al religioso.

Varios son los aspectos en los que se encuentran enfrascados los investigadores para dar con el presunto homicida del religioso, entre ellos, averiguar cuál es el móvil del crimen. Los agentes de la Policía Nacional no descartan que la motivación del asesinato sea de naturaleza económica. Para arrojar luz sobre este punto los agentes trabajan en la localización de la asistenta de la víctima y de los amigos que frecuentaban la casa del fallecido para interrogarlos acerca de si echan de menos algún objeto de valor en la vivienda.

Otro de los aspectos que deberán averiguar los investigadores es si la ausencia de dinero en efectivo era algo habitual o si, por el contrario, se debe a que el homicida pudo cometer además un robo.

Una casa demasiado limpia y ordenada

Precisamente una de las cuestiones que ha llamado poderosamente la atención de los agentes el exceso de orden y limpieza en el escenario del crimen, circunstancias altamente inusuales e improbables en los lugares en los que se ha cometido un asesinato o un robo, o incluso ambos delitos. Y esta es otra de las incógnitas que tratan de despejar los especialistas que trabajan en el caso: si el robo fue el delito principal, es decir, si las pretensiones del agresor eran simplemente sustraer objetos de valor de la vivienda del canónigo y mató a la víctima al verse sorprendida por ella; o si, por el contrario, el objetivo del agresor era acabar con la vida del sacerdote y circunstancialmente aprovechó para hacerse con dinero u otros objetos de valor. De hecho esta segunda hipótesis es la que cobra más fuerza por el momento.

Alfonso López Benito

Alfonso López Benito / AVAN / A. Sáiz

Mensajes de la víctima

El hallazgo del cadáver de López Benito  a las 11.00 horas de ayer se produjo cuando un amigo de la víctima, experto en Derecho Eclesiástico, se presentó en la finca porque había quedado con el canónigo emérito en casa de este para almorzar. Al llegar al edificio, saludó al conserje y le dijo que iba "a ver a Alfonso", momento en que el portero mostró su extrañeza porque el sacerdote le había enviado un mensaje por WhatsApp a primera hora de la mañana advirtiéndole de que estaría fuera unos días, de viaje.

Esa contradicción hizo que saltaran las alarmas y el conserje decidió entrar en el piso con una copia de las llaves, al sospechar que algo malo podía haberle pasado. Al encontrarse a López Benito sin vida y metido en la cama sin ropa (únicamente portando el calzoncillo), llamaron de inmediato al 112, lo que puso en marcha el protocolo de muertes sospechosas y, por tanto, el envío de agentes de la Policía Nacional. Nada más confirmar que se trataba de un asesinato, acudieron también agentes del grupo de Homicidios y de la Policía Científica, así como la forense de guardia y la comisión judicial.

La víctima era el único canónigo residente en el edificio, ya que, aunque el Arzobispado cuenta con varios despachos ubicados en la planta baja y en el primer y segundo piso de esa misma finca, el resto de religiosos vive en otro bloque próximo a la sede arzobispal.

La vivienda de López Benito se ubica en la quinta planta de la finca en la que el Arzobispado también posee dos viviendas más aunque estas se emplean únicamente para albergar a religiosos que se encuentran en la ciudad para alguna gestión en particular.

Profesor de Maristas

La víctima, de 80 años de edad, era muy conocido en la ciudad no solo por su posición de canónigo emérito dela Catedral de València, sino también por haber ejercido durante muchos años como profesor en el colegio Maristas de la ciudad.

Alfonso López Benito fue nombrado canónigo de la Catedral de València en julio de 2015 por el entonces arzobispo de la ciudad, el cardenal Antonio Cañizares, cargo que desempeñó hasta su jubilación, en junio de 2021, al cumplir los 75 años. Desde ese momento, pasó a ser canónigo emérito. Entre 1999 y 2015 había sido canónigo de la colegiata-parroquia de San Bartolomé Apóstol y San Miguel Arcángel, en València, su ciudad natal.

Ordenado en 1969, era doctor en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Lateranense, de Roma. Fue párroco en varias localidades y profesor en el Instituto de Estudios Jurídicos de Valencia y en la facultad de Derecho Canónico de la Universidad Católica.