El presunto pirómano achaca a un error la identificación de un testigo

Un vecino sitúa al investigado en un vehículo pequeño en las proximidades del incendio de mediados de enero

Los medios aéreos trabajan en la extinción del último incendio registrado en el Saler esta semana.

Los medios aéreos trabajan en la extinción del último incendio registrado en el Saler esta semana. / J. M. López

El Juzgado de Instrucción número siete de València, que investiga la causa abierta contra el abogado detenido el pasado mes de octubre como presunto autor de la oleada de incendios que han puesto en jaque el parque natural de la Devesa del Saler, sigue tomando declaración a testigos identificados previamente por la Guardia Civil que puedan aportar luz sobre quién está detrás de estos fuegos intencionados que tienen atemorizados e indignados a los vecinos del Saler.

Además de la declaración del propio investigado, el abogado J. C. E., quien como adelantó ayer Levante-EMV acudió voluntariamente al juzgado instructor para aclarar los rumores y acusaciones sobre su persona con relación a los últimos incendios ocurridos tras su puesta en libertad, el juez tomó declaración ese mismo día a un testigo que asegura haber visto salir de un camino próximo al lugar en el que se produjo uno de los fuegos a mediados de enero un vehículo, en cuyo interior identificó al investigado.

Este vecino mantiene que se trataba de un coche plateado de pequeño tamaño, sin poder concretar el modelo y marca del vehículo, y que dentro del mismo iba el abogado investigado por los incendios. Por su parte, el presunto incendiario niega su presencia ese día en el lugar de los hechos y achaca dicha identificación a un simple error por parte de dicho testigo, condicionado por todas las informaciones que están apareciendo sobre él responsabilizándolo de los incendios, sin pruebas contundentes sobre su autoría y vulnerando su presunción de inocencia.

J.C.E sostiene que las características de su coche no coinciden con su descripción

Así, el investigado quiso aclarar ante el juez que precisamente su vehículo es una berlina de gran tamaño, y que el turismo que tenía más pequeño ya lo vendió en su día, y además es de color negro, no plateado. Por ello atribuye que esta persona debió de confundirse porque ese día, a la hora en la que supuestamente fue visto, no estaba en la zona.

Lo que sí admitió, como ya informó en exclusiva este periódico, es haber comprado en días posteriores a los incendios de enero una garrafa de diez litros de parafina, combustible que utiliza en una estufa que tiene en el apartamento y que durante el registro pudieron ver los agentes del Seprona, según su argumentación.

Antecedentes cancelados

Uno de los indicios que fueron reflejados inicialmente por los investigadores para proceder a la detención del que para muchos vecinos se convirtió desde el primer momento en principal sospechoso de los incendios, fueron las dos detenciones anteriores, en los años 2000 y 2005, por unos incendios similares. Al tratarse de delitos ya cancelados, y de los que fue exonerado de cualquier tipo de responsabilidad, el juez instructor no ha tenido en consideración ni como mero indicio estos hechos.

El detenido ha negado desde el primer momento cualquier participación en ninguno de los fuegos

Las únicas pruebas contra el presunto incendiario son testificales, a la espera de lo que determinen los informes técnicos pendientes de la Guardia Civil. Como el volcado y análisis de los dispositivos informáticos intervenidos en su domicilio, el informe de los especialistas en investigación de incendios (por si finalmente se concreta el tipo de acelerante utilizado), así como la geolocalización de su teléfono móvil.