La jueza acuerda la prisión del abogado detenido por provocar nueve incendios en El Saler

J. C. E., el abogado de 59 años detenido por el Seprona de la Guardia Civil como presunto autor de nueve incendios intencionados ocurridos desde el pasado 11 de agosto en el Parque Natural de El Saler será trasladado al centro penitenciario de Picassent después de que la titular del Juzgado de Instrucción número 10 de València haya acordado esta noche su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin posibilidad de fianza por el riesgo de reiteración delictiva y la gravedad de las penas a las que podría enfrentarse.

El letrado penalista, que ya fue investigado en 2000 y 2005 por otros hechos similares de los que fue exonerado por falta de pruebas, ha negado ser el autor de dichos incendios y cualquier relación con los mismos. Por el momento se le atribuyen tres de los nueve incendios registrados en la zona protegida de El Saler, aunque los investigadores de la Guardia Civil todavía siguen recabando pruebas que demuestren su presunta participación en los otros fuegos originados en la zona utilizando un mismo modus operandi.

El detenido ha pasado a disposición del juzgado de guardia de incidencias al haber ya diligencias abiertas en otros juzgados de la capital del Túria. Desde que comenzó esta oleada de incendios han ardido más de 16 hectáreas de la Devesa de El Saler. Hay testimonios de vecinos de la zona que sitúan al acusado en las proximidades de alguno de los focos de los últimos fuegos del pasado fin de semana, aunque el arrestado ha negado taxativamente ante la Guardia Civil y ante la jueza ser el autor de dichos incendios.

Un psiquiatra forense deberá evaluar al acusado para determinar si padece algún tipo de trastorno que afecte a su imputabilidad, como podría ser la piromanía. Aunque habitualmente se utiliza el término de pirómano para referirse a todo aquel incendiario que prende fuego al monte, según las fuentes consultadas por este periódico raramente se llega a establecer como diagnóstico médico legal que un acusado actuó movido por un trastorno mental del control de los impulsos por el cual una persona se siente atraída por la acción del fuego, por la mera fascinación incontralable de ver el propio incendio.

En este caso en concreto, el detenido por agentes del Seprona de la Guardia Civil, que vive en la misma zona de El Saler donde presuntamente llevaba a cabo sus acciones, llevaba meses que arrastraba una fuerte depresión. "Estaba como melancólico, taciturno", confiesan fuentes próximas al detenido, quienes sostienen que esta depresión hubiera podido influir a la hora de cometer presuntamente los incendios que se le atribuyen. No obstante, serán los especialistas en psquiatría forense los que deberán establecer el grado de afectación y si padece de una patología mental como es la piromanía, dados los antecedentes -no computables penalmente– de otros incendios en los que se le involucró, o bien el abogado optó por el fuego como podía haber adoptado cualquier otro elemento para descargar su ira o la supuesta situación depresiva que atraviesa.

El detenido ha sido conducido a dependencias judiciales a última hora de la mañana en un todoterreno del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. Tras su llegada ha sido conducido a calabozos, lugar en el que ha permanecido hasta que esta tarde la jueza le ha tomado declaración.

Finalmente la jueza de Instrucción número 10 de València ha dictado su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin posibilidad de fianza. La magistrada ha acordado inhibirse en favor del Juzgado de Instrucción número 14 de València, que ya tenía abiertas diligencias previas con anterioridad en relación a estos hechos, según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana. El abogado detenido está investigado en una causa abierta, inicialmente y sin perjuicio de ulterior calificación, por un delito de incendio forestal agravado.

El presunto incendiario ya esquivó una condena por otro fuego forestal en 2005