La advertencia de una familiar del asesinado a tiros en Alfafar: "No quiero más muertes"

La Guardia Civil sigue buscando al presunto autor de los disparos, de 29 años, que trató de huir subiéndose a una furgoneta no relacionada con el crimen

El sospechoso es de un clan que fue atacado a tiros por otra familia tras una riña en una discoteca de Massanassa

Asesinato en Alfafar: Matan a un hombre de un disparo en plena calle

JM López

Mientras las fuerzas de seguridad refuerzan y no, en un intento por prevenir posibles venganzas, los lugares donde residen los familiares del hombre de 29 años buscado por matar a otro, de 46, de dos tiros de escopeta por la espalda en Alfafar, este sábado por la tarde, son las mujeres del clan de la víctima las que están intentando poner orden para evitar que la espiral de violencia siga creciendo. «No quiero más muertes». 

La frase la pronunció, con el cadáver de Arturo Cortés aún tibio sobre la calzada de la calle Sant Jordi de Alfafar, una de sus familiares más próximas a la víctima, en advertencia a uno de los hombres de su familia. Lo dijo en tono elevado y rotundo, con la firmeza de una orden que no admite discusión y el aire de quien tiene autoridad. Tanto, que la sentencia fue escuchada sin distorsión alguna por cuantos se encontraban en las inmediaciones en ese momento. 

El origen: una rencilla entre víctima y verdugo

A quien no se escuchó fue a ese hombre, pero es obvio que la advertencia tajante de la mujer solo podía ser la respuesta a alguien que juraba venganza. Aunque el móvil de este nuevo crimen en la larga lista de muertes violentas que lleva viviendo València y su provincia desde que empezó 2024 -17 asesinatos solo en el primer trimestre, según el balance de criminalidad del Ministerio del Interior- sigue siendo un misterio, porque los familiares de Arturo mantienen que lo desconocen y a su presunto asesino aún no se le ha podido preguntar dado que todavía no lo han arrestado.

En todo caso, los investigadores tienen claro que se trata de una rencilla entre ambos, o bien por alguna cuestión personal o familiar, o bien derivada de la actividad que la Guardia Civil y la Policía Local de Alfafar le achacan a la víctima: el tráfico de drogas.

Un vídeo muestra dónde tiró la escopeta

De momento, el presunto asesino, que fue grabado cuando se deshacía de la escopeta que empleó para matar a traición a Arturo tras bajar del piso que ocupaba ilegalmente cuando el primero fue a buscarle a su casa -un vídeo muestra cómo la arroja a un seto de adelfas justo antes de huir a la carrera por un camino de tierra próximo al lugar del crimen-, continúa escondido, mientras los agentes del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Alfafar tratan de cerrar el cerco sobre él. En un primer momento, nada más matar a Arturo, aprovechó el paso de una furgoneta, a cuyo conductor conocía de vista, para intentar subirse y huir, pero no logró su objetivo, por lo que tuvo que irse a pie. Ni el vehículo, ni su dueño y conductor sabían del crimen ni guardan relación con el homicidio.

Así se deshizo el presunto homicida de Alfafar de la escopeta con la que disparó a su víctima

Levante-EMV

Fuentes de toda solvencia consultadas por Levante-EMV han confirmado que el presunto asesino pertenece al clan de Los Mariano, uno de los grupos familiares asentados en la barriada valenciana de Casitas Rosa, en el distrito del Marítim, así como en Natzaret. 

El tiroteo de 2018 y las dos condenas

El 1 de diciembre de 2018, un grupo de jóvenes del clan de Los Mariano y del de Los Moreno se pelearon ante una discoteca de Massanassa, días antes de un juicio por tráfico de drogas. Tres de los Moreno acudieron esa madrugada a casa de los Mariano, en las Casitas Rosa, y realizaron varios disparos: dejaron tres heridos.

Pocas horas después, cuatro miembros de Los Mariano, familiares de los tres heridos y del buscado ahora por el crimen de Alfafar, quisieron vengarse rociando con gasolina las entradas de unas viviendas en el Cabanyal y en la Punta donde creían que vivían miembros Los Moreno. Los cuatro ‘Mariano’ fueron condenados en marzo de 2022 a penas de dos años de prisión por un delito continuado de daños, tal como informó en exclusiva Levante-EMV.

El tiroteo de 2018 se acabó de resolver judicialmente el pasado 30 de abril, con la condena de uno solo de los Moreno -los otros dos fueron absueltos- a cuatro años y medio de cárcel.