Cuando, a principios de los setenta, los jóvenes empresarios y coleccionistas Miguel Agrait y Amparo Zaragozá deciden abrir una galería de arte, la aventura se presumía arriesgada. Sin apenas museos ni colecciones, contados galeristas, diseminados por distintas ciudades, mantenían el pulso de introducir a España en el mapa del arte contemporáneo, y lo hacían -conviene recordar- en unos tiempos sin libertades ni derechos fundamentales.
La galería inaugura su primera sede en 1972 en un entresuelo de la Avenida del Oeste, en el enclave urbano más emblemático de la arquitectura racionalista de los años treinta y cuarenta en València. Con el tiempo se trasladará a la planta baja y sótano del mismo edificio.
Asesorados por el prestigioso crítico Aguilera Cerni, en los primeros años programarán exposiciones con un gran valor histórico, que enriquecerán nuestro patrimonio cultural -material e inmaterial- y convertirán a Punto en un referente en la divulgación y coleccionismo de arte en nuestro país, y en el mercado del arte internacional. Miró, Picasso, Julio González, o las importantísimas muestras de los fotomontajes de Renau -procedentes de la Bienal de Venecia de 1974- y la antológica del escultor Alberto como ejemplos de recuperación de la obra de estos artistas y de la memoria histórica colectiva. Y una abrumadora lista de exposiciones dedicadas a figuras clave del arte español e internacional de la segunda mitad del siglo XX: Tàpies, los miembros del grupo El Paso, José Guerrero, Lucio Muñoz, Darío Villalba o Miquel Barceló, y los valencianos Equipo Realidad, Equipo Crónica, Genovés, Cardells, Anzo o Enric Mestre; Hans Hartung, Dubuffet, Cobra (Appel y Alechinsky), A. R. Penck, Kenneth Noland, Le Parc, Adami, Richard Hamilton, David Hockney, Peter Phillips o las primeras individuales en España de Wolf Vostell o Donald Judd. Expresionismo abstracto e informalismo, Pop Art y Crónica de la Realidad, Fluxus, Minimalismo, Arte cinético€
Exposiciones que solían ir acompañadas de cuidadas ediciones de grabados y serigrafías que estimularían la compra de arte entre diversos perfiles de profesionales y empresarios, clientes de Punto, incipientes coleccionistas que, con el paso del tiempo, en destacables casos, se convertirán en importantes mecenas -como la galería misma-, y hoy sus colecciones se conservan y estudian a través de sus propias fundaciones.
Siempre atenta al panorama cultural y artístico nacional y, en especial, a los creadores más jóvenes del contexto valenciano, la galería irá incorporando a su proyecto, temporada a temporada, a destacados artistas emergentes mediante inteligentes fórmulas como la desarrollada desde finales de los ochenta, con regularidad, en la que se implicaba a jóvenes críticos de arte -Cortés, Aliaga, David Pérez€- como comisarios encargados de seleccionar a los artistas y dar cuerpo teórico a las respectivas exposiciones o, más recientemente, la creación del Área 72, aula de reflexión y debate sobre las últimas tendencias a través de cuya dinámica han pasado a formar parte de la programación de la galería artistas como Oliver Johnson, Inma Femenía y Victoria Iranzo.
En los últimos años, bajo la dirección de Nacho Agrait -hijo de los fundadores-, Punto se ha mantenido fiel a su línea de recuperación de figuras históricas con muestras dedicadas a Ana Peters, Ángela García Codoñer o Monika Buch, al tiempo que ha puesto su acento en exposiciones y artistas cuyas poéticas se asientan en las relaciones entre la naturaleza, las nuevas tecnologías y el arte, como las fotografías de Manuel Vilariño, las instalaciones sonoras de José Antonio Orts o el trabajo de Hugo Martínez Tormo.
Una decidida apuesta por la internacionalización, por su proyección en el exterior, en otros circuitos, en otros mercados, la ha convertido en una de la galerías españolas con más presencia en las mejores ferias internacionales de arte: ha participado ininterrumpidamente durante muchos años en las ferias de Paris (FIAC), Madrid (ARCO) -siendo miembros del comité organizador en trece ediciones-, Basilea (Art Basel), Colonia o Chicago, entre muchas otras. Sus intensas relaciones profesionales con destacadas galerías, museos y colecciones de todo el mundo han sido decisivas a la hora de ofrecer en València una excelente programación -como hemos visto- pero también a la hora de posicionar más allá de nuestras fronteras la obra de los artistas que la galería representaba. Hoy en día podemos contemplar en importantes museos e instituciones culturales muchas obras procedentes de la Galería Punto.
Entre los premios y reconocimientos públicos recibidos destacan el «Premio José Mateu» (Premis Alfons Roig - Diputación de Valencia 1997), la «Médaille de la Ville de Paris» -otorgada en 2006 por su incidencia en la vida cultural parisina-, la exposición/homenaje a Miguel Agrait tras su fallecimiento en 2010, Sueño y Realidad, en la Fundación Chirivella-Soriano de Valencia, etc.
La bibliografía también es abundante. Además de la general, la propia galería ha ido editando con frecuencia catálogos de sus exposiciones (con textos de prestigiosos críticos y expertos como Simón Marchand, Tomás Llorens, Romà de la Calle o Juan Manuel Bonet) que han constituido, con el paso de los años, un importante archivo documental. Muy destacado ha sido, también, el trabajo de investigación realizado por Manuela Ballester Ferrando para su Tesis Doctoral Trayectoria y Catalogación de las exposiciones celebradas en Galería Punto.
En 2017 Punto se traslada al Eixample valenciano. Desde este nuevo espacio muy pronto celebrará sus 50 años de trayectoria. Medio siglo de historia del arte.
