¿Qué es lo primero que metes en la maleta?

Mis cuerdas vocales, son japonesas y van en un estuche muy delicado.

¿Qué es lo último que haces antes de irte a la cama?

Intentar no hacer ruido.

En tu bolsa de aseo nunca falta...

Algún mini gel de los que pillamos en los hoteles.

Para dormir: ¿pijama, ropa interior o desnudo?

Camiseta de Love of Lesbian [ríe]. Tengo muchas.

No sales nunca de casa sin...

Mi dignidad.

¿Qué no falta en tu nevera?

Yogures líquidos.

¿Y en tu mochila?

Cargadores por doquier.

Si fueras invisible por un día, ¿qué es lo primero que harías?

Antes te hubiera dicho que un vestuario femenino... pero creo que en realidad lo primero que haría sería empezar a gritar de angustia. No tiene que ser nada agradable, la verdad. He meditado mucho acerca de ello. No verte a ti mismo. ¡Madre mía! Con lo guapo que soy [ríe]

¿A quién le darías un pisotón?

A cualquier maltratador.

Si te dan mil euros con la condición de que te los gastes en media hora, ¿qué te comprarías?

Un sintetizador.

¿Te acuerdas en qué gastaste o invertiste el primer sueldo?

Claro. En una guitarra eléctrica.

Una canción que nunca te cansas de escuchar.

Pain de War on drugs.

¿En que ocasiones mientes?

Cuando hago entrevistas.

¿En qué te molesta perder el tiempo?

En las redes leyendo opiniones.

¿Para qué te consideras un as?

Soy un as más bien.

¿Y para qué un negado?

Paradójicamente soy un negado para decir que no. Me cuesta demasiado.

Un pensamiento que te de energía.

La buhardilla que quiero hacerme.

Un adjetivo con el que te definirías.

Normal profundo.

¿Un deseo por cumplir?

Dejar de fumar del todo.

¿Una extravagancia?

Mi sinestesia.

¿A qué tienes miedo?

A perder la razón.

¿Qué plato le prepararías a un amigo?

Un tiro al plato [ríe]

¿Con quién te gustaría ir de cena?

Con Josep Pla.

¿Qué te da corte?

Todo. Soy de Barcelona.

Cuélgate una medalla.

Fui el primero en no contestarte en serio ninguna respuesta. Creo que fue allá por el 2019 [ríe].

Love of Lesbian. La Rambleta, Días 5 y 6.