Gandia redefine la gama El Miracle

El actual contexto económico que nos está tocando vivir no ha impedido que muchas bodegas sigan desarrollando proyectos innovadores que les permitan ganarse el beneplácito del consumidor. Entre ellas se encuentra Bodegas Vicente Gandia, compañía con 135 años de historia que acaba de redefinir la colección de vinos El Miracle, que presenta ahora una nueva línea compuesta por un blanco, un rosado y un tinto, todos contraetiquetados con el sello de la DOP Valencia.

Como empieza a ser habitual dada la situación sanitaria, la presentación se realizó de manera virtual la pasada semana con una cata comentada en la que participó el director técnico de la compañía, José Hidalgo. Antes de la cata, el responsable de comunicación, Carlos García, destacó algunas de las innovaciones planteadas para esta nueva colección de vinos, entre ellas la exclusiva botella diseñada para su presentación y una nueva plataforma digital desde la que la bodega ofrece, a partir de un código QR, información detallada sobre estos vinos, además de gadgets para que el usuario pueda interactuar con los elementos de la nueva gama.

En la presentación, Carlos García destacó que «con El Miracle Experience queremos hacer que el vino cuente una historia, que pueda comunicarse a través de las sensaciones. Con la frase haz que suceda intentamos trasmitir emociones con nuestros vinos».

El lanzamiento de los nuevos vinos coincide con la celebración del 135 aniversario de la bodega, por lo que han aprovechado para hacer un guiño a la efeméride (cabe recordar que los primeros El Miracle nacieron con motivo del 120 aniversario de la firma), y han numerado estos tres vinos con el Nº 1 (para el tinto), el Nº 3 (para el blanco) y el Nº 5 (para el rosado), configurando así la cifra de su cumpleaños.

Tras la introducción sobre la nueva gama, José Hidalgo tomó el testigo para hablar sobre las particularidades de elaboración y cualidades organolépticas. El enólogo asegura haber dispuesto «de todo lo necesario para tener la mejor materia prima posible, tanto de nuestros propios viñedos como de aquellos que controlamos desde hace años por diferentes puntos de la geografía valenciana». Sobre el blanco (elaborado con un coupage de las cuatro variedades más representativas de la Comunitat Valenciana: Macabeo, Merseguera, Malvasía y Moscatel) se destacó su frescura y buen volumen en boca, mientras que el rosado (hecho a partir de uvas de Bobal) su intensidad aromática, con notas muy nítidas de fruta roja. El tinto, fruto de la fusión de la Bobal y la Cabernet Sauvignon, se presentó como un vino bien estructurado, con una acidez que le enfatiza la sensación de frescura y unos matices frutales bien definidos.