El Diluvi: "Queríamos cerrar de una forma bonita"

El Diluvi ya lo tienen todo a punto para sus dos últimos conciertos en València, hoy y mañana, en un Teatre Principal lleno

Encaran ya sus últimas actuaciones antes de la parada indefinida que anunciaron

El Diluvi.

El Diluvi. / Levante-EMV

El Diluvi cuenta las horas para actuar por partida doble en el Teatre Principal de València. Ya quedan pocas ocasiones para seguir disfrutando del folk y el mestizaje mediterráneo que marcan el sello de identidad de la formación.

La banda valenciana anunció a finales de 2023 una parada indefinida, por lo que Flora Sempere y el resto de miembros se toman un descanso de un proyecto musical tratado con mimo y cariño hasta el último día. Sus conciertos de despedida, cargados de emoción y sorpresas, así lo demuestran. Urban habla con el músico Lluc Llorens, el miembro de El Diluvi que toca el acordeón diatónico.

Hoy y mañana actuáis en València, con los dos días completos. ¿Os esperábais esta respuesta a vuestros últimos conciertos en la ciudad?

Estamos muy contentas de que en València la gente nos quiera. No nos lo esperábamos, pensábamos que con el viernes habría suficiente, pero al ver que se llenaba pedimos un segundo día y al final sí que pudo ser. Es espectacular porque, además, hemos llenado el segundo día.

En Barcelona también tenéis dos fechas. ¿Pasó lo mismo?

Sí, sí que es cierto que cabe menos gente en el Tradicionàrius, pero el segundo día ya está muy lleno.Además, el domingo al ser una hora no muy tarde tendremos espectadores heterogéneos, desde pequeños a mayores.

¿Y todo este interés del público por veros os hace replantearnos la parada indefinida?

No, no. Pero sí que queríamos cerrar de alguna manera bonita y por eso planteamos los conciertos de València y Barcelona, y un ‘regalo’ después de estos dos. Estaba muy hablado que queremos parar y cada uno tiene su vida, te haces mayor y quieres tener hijos, hijas... y compaginar El Diluvi con la familia es difícil. Y teniendo muchos conciertos, necesitábamos una segunda faena —cada uno la suya— y eso también desgasta, aunque queremos y tenemos mucha estima a El Diluvi.  

¿Pero porque la música no da para vivir o porque ya teníais carreras profesionales paralelas?

Antes de la pandemia intentamos profesionalizarnos para vivir de esto, pero no ha podido ser. No sé si hay muchos o pocos grupos en el País Valencià que puedan vivir de la música. Si miramos arriba de todo, en nuestro ámbito estaría Zoo y habría que preguntar si pueden vivir de la música, o no. Si ellos no pueden, por debajo es imposible.

¿Y cómo cambiará vuestra vida?

Ya ha cambiado un poco, porque ya no tenemos tantos conciertos. Yo ahora vivo en Navarra y bajo a ensayar. Cada uno es, en ese sentido, de un padre y una madre, y busca qué hacer o a qué se va a dedicar.

¿Y qué encuentra el público en El Diluvi? ¿Qué es lo que habéis querido transmitir estos 11 años?

La gente siempre nos ha mostrado mucha estima. En los conciertos se quieren hacer fotos, que les firmemos, niños me dicen que quieren tocar el acordeón... y eso hace mucha ilusión. Creemos que es el cariño que hay en las canciones; y de dónde salimos, que es de las versiones de Ovidi, esa parte más reivindicativa de hacer una crítica a lo que nos rodea. Las letras siempre han ido por ahí y la música más con un cariz de baile y fiesta, con instrumentos tradicionales como el acordeón, que es el que toco yo y que siempre hace mucha fiesta. Hemos buscado eso: aunque las canciones trataran temas complicados o más introspectivos; siempre había este punto de luz y fiesta. 

¿Y por qué apostasteis por tantos instrumentos?

Son de aquí. Es la identidad de El Diluvi, es el sonido característico, algo que tenemos y que hay que potenciar porque es muy positivo. Si suena el acordeón, el violín, la bandurria y la voz de Flora, es El Diluvi. 

¿Y creéis que hay relevo en este estilo?

Sí que veo que no habrá esta parte más folk pero puede ser la puerta para que pase. Muchos lo dejamos y va a haber un vacío ahí, pero a ver qué pasa y si hay un relevo.

Además de vuestra parada, también otros grupos valencianos han anunciado que se bajan de los escenarios. ¿Es ahora más necesario que nunca reivindicar la cultura valenciana y la música en valenciano, sea del estilo que sea?

Puede ser, aunque no sé si es más o menos. La semana pasada un diputado de Vox criticaba al Botifarra [Pep Gimeno]... igual es momento de sacar pecho, porque llevamos mucho tiempo haciendo esto, y de decir «no vengas ahora tú, que acabas de llegar, a menospreciarlo». En ese sentido, quizás la reivindicación sí que es la forma: no hay que dejarse menospreciar, no van a venir con sus ideas y esa violencia a chafarlo todo. 

¿Habrá sorpresas estos últimos conciertos?

Sí, habrá colaboraciones y gente amiga y nos hace muchísima ilusión que nos acompañen. Actuar en el Principal ya es algo muy bonito, redondo. Estará Helga Ambak, la diseñadora del último disco, porque no solo habrá música, sino más cosas, como luz, imágenes y dibujos en directo. 

Os falta una fecha por anunciar, en mayo. ¿Nos puedes avanzar algo?

Será una fecha bonita y será un concierto, está confirmado, pero no puedo adelantar nada más aún.

¿Cómo os gustaría que os recordara la gente cuando ya no actuéis?

Como la última canción que hemos sacado, «El caminant»: Hemos pasado por aquí, hemos sembrado alguna semillita y ahora os toca a vosotros cuidar esas semillas, que hagan plantas y árboles. Son muchos años de carretera, de reuniones, de tocar...en el Festivern lloramos y nos abrazamos. Estos conciertos serán emotivos y El Diluvi también somos eso, emoción. Ha sido un camino muy bonito.