Entrevista | Flora Sempere Cantante del Diluvi

El Diluvi: "No hay cansancio, disfrutamos lo que hacemos"

El Diluvi encaran la recta final de sus directos antes de la parada que ha anunciado el grupo valenciano. Gratitud, alegría, pasión y compromiso es lo que transmiten al hablar de sus 11 años de trayectoria

No descartan ni confirman volver en un futuro

El Diluvi.

El Diluvi. / L-EMV

Solo el tiempo dirá si es un paréntesis o un adiós definitivo. El Diluvi encara sus últimos conciertos, antes del parón indefinido que anunciaron. Acabarán el año en el Festivern de Tavernes de la Valldigna, aunque no descartan que llegue algún otro concierto en enero.

Once años y cinco discos es el trabajo que deja el grupo ligado a l’Alcoià y que nunca ha abandonado el folk, los sonidos mediterráneos y las letras comprometidas.

La última canción que han publicado, «El caminant», parece un manifiesto de intenciones en este impasse en el que está el grupo. ¿Era esa la idea o ha coincidido con la decisión?

Pues la idea era esa, un poco anunciarlo en una canción que expresara esta parada que queremos hacer, pero también ha sido una coincidencia, porque la letra la concibió Txus [Rodríguez, el guitarra], porque se leyó un libro de Hermann Hesse que se llama, también, El caminante.

¿Y «Present», el disco anterior, era una llamada a vivir el momento, antes de lo que podía llegar? ¿Ya habían decidido parar?

En el momento en el que sacamos Present, sí que se puso sobre la mesa lo de la parada, pero tampoco lo teníamos pensado. Llevamos mucho tiempo en danza, no habíamos parado nunca... pero Present fue más por la pandemia y estar confinados en casa por el coronavirus y sin poder hacer conciertos, que por el parón.

Dice que llevan mucho tiempo sin parar, ¿la decisión viene un poco por ‘hacerse mayores’ y tener más responsabilidades cada uno?

Sí que tiene un poco que ver con hacerse mayores, ir madurando y vivir otros momentos vitales en los que también tenemos que estar presentes. Muchos compañeros ya han tenido, por ejemplo, familia, o tienen otras situaciones laborales o, incluso, no viven aquí, y todo hace que el momento vital sea diferente y también necesitemos darle espacio a estas cosas.

Pero es cierto que, en el caso del Diluvi, no se ha visto un cansancio en los discos, siempre han estado reinventándose, manteniendo su estilo característico pero con aire fresco...

Sí, la idea siempre ha sido esa.A nosotros nos gusta mucho lo que hacemos, de hecho, no es un cansancio artístico, disfrutamos muchísimo de hacer canciones, grabar y defender los directos. Siempre hemos intentado innovar, pero ya te digo, hay otras cosas que también son importantes y nos reclaman. 

No sé si han hecho un poco de terapia, de hablar en grupo tras la decisión...

Sí, claro y, de hecho, siempre decimos que ahora que ya no nos veremos tan a menudo, a ver cómo lo hacemos... Yo creo que lo que más echaremos en falta serán los directos, que es lo que más nos gusta a todos y todas, porque es la parte más bonita, cuando tienes el feedback con tu público, cuando tus canciones las hacen suyas... es un momento muy mágico y es lo que más echaremos de menos.

¿Y qué balance hacen de estos 11 años?

El balance es muy positivo, de hecho lo hacemos con cariño y ternura.Somos un grupo de amigos que empezamos desorganizados completamente y lo único que queríamos era hacer un pequeño homenaje a Ovidi para inaugurar el Casal del Tio Cuc en Alicante... Cómo han ido cambiando nuestras vidas y creciendo el proyecto sin darnos cuenta, ha ido pasando todo de manera muy inconsciente. La verdad es que hemos forjado una amistad muy bonita entre todos los miembros del grupo.

Y eso no es fácil, porque parece que muchos grupos dejan los escenarios porque sus integrantes acaban por no soportarse... 

No en nuestro caso: si te soy sincera, creo que nos queremos mucho. Sí que es verdad que este paréntesis vendrá bien también por el tema que comentas, porque también es cierto que en un grupo no es todo idílico: hay discusiones, fricciones y diferencias y este tiempo nos dará también este espacio que necesitamos y, si ha habido algo así, curarlo.

Hablaba antes de los directos... ¿Cree que el público ha respondido al Diluvi, en estos años?

Sí, la verdad es que El Diluvi tenemos una suerte muy grande porque hemos tenido un público muy estable, como suelo decir. Siempre que hemos hecho cambios, que a veces hemos sabido que eran arriesgados —porque El Diluvi de ahora no suena como el del principio ni el de hace cinco años—, han continuado escuchándonos y dándonos apoyo. No sé si porque no hemos cambiado tanto como creemos o porque realmente son muy fieles y les gustaba lo que íbamos haciendo.

También son conocidos por la apuesta que hacen por instrumentos como el violín, la bandurria o el acordeón diatónico... Esto no es habitual, ¿por qué lo decidieron así?

Sí, eso fue porque al principio el grupo lo concebimos como folk. Teníamos la idea de hacer algo muy acústico, muy natural... y esos instrumentos tenían muchas posibilidades; además queríamos que fuera todo mediterráneo y tener esa esencia, pero después fuimos incorporando otras cosas y efectos, pero sí que lo que hablamos en un primer momento y continuamos manteniendo que, de alguna forma, estos tres instrumentos estuvieran siempre. Pueden estar filtrados o como sea, pero están, para que ese sonido no se pierda, porque es una de las cosas más características de la sonoridad del grupo.

¿Y el tema de la electrónica y los cambios en las últimas canciones apareció más por diversión, para probar o ambas?

Por dos de las cosas que has dicho. Una por diversión, porque empiezas a experimentar y a probar cositas, porque tú también escuchas música y ves que la gente no tiene miedo a experimentar y a probar lo que sea, y nos va influenciando todo eso... hasta que después ya no es un juego y lo haces en serio en las canciones y en un disco.

Has hablado de Ovidi, que fue importante para El Diluvi, y también tienen canciones reivindicativas, otra de llas características del grupo. De hecho, ya tenían canciones por la igualdad antes de lo que podríamos llamar la ‘ola’ feminista. ¿Ya consideraban que era necesario?

Sí, nosotros siempre hemos tenido la sensación de que se tenían que decir las cosas. Las música que escuchábamos y el ambiente que había era reivindicativo y, por tanto, eso influenciaba en nuestros mensajes en las canciones, y el feminismo era un mensaje muy importante. De hecho, siempre lo hemos llevado por bandera, incluso cuando hacíamos canciones de Ovidi, que no teníamos propias.

El Diluvi, Tardor, Smoking Souls, Atupa... ¿Se acaba una etapa en el panorama musical valenciano con esta ‘fornada’ de grupos que lo dejan?

Yo creo que sí, son momentos vitales y también están cambiando las cosas en sí —no solo a nivel político, que ya lo sabemos, y eso repercutirá en la cultura— y lo que dices, somos grupos de música que llevamos más de 10 años y creo que la parada y el reciclaje son importantes. 

Si un día vuelven, ¿qué deseo tendrían para el panorama musical valenciano? ¿Qué les gustaría encontrarse?

Me gustaría encontrar que volvemos a tener apoyo, que hay un circuito de música valenciano real, que se pueda vivir en ese circuito sin que haya ninguna connotación negativa por el hecho de cantar en nuestra lengua. Me encantaría.

¿Y han visto evolucionar ese circuito en esta década?

Claro que lo hemos visto, al principio no había muchos recursos, se vivía un momento político complicado, con un gobierno que no apostaba ni por la cultura, ni por la lengua, ni por la cultura en nuestra lengua y, por tanto, evidentemente que repercutía. La música en valenciano estaba prácticamente vinculada a lo reivindicativo, con Obrint Pas, la Gossa Sorda... y después nacieron grupos como nosotros,Smoking Souls, Auxili... Continuamos ese mensaje y estela reivindicativa, pero buscamos una estética diferente más allá, y eso ha ido desarrollándose hasta ahora, que hay muchos estilos y mensajes, normalizando el hecho de cantar en valenciano, sin tener que ir ligado a una lucha política.

¿Y hay público para todos estos estilos? Algunos grupos han dejado entrever que estaban un poco disgustados con la respuesta que han recibido...

Porque cuesta mucho normalizarlo sin las instituciones y, ojo, que estos últimos años se ha fomentado más, quizás no como se necesitaba, pero sí más. Pero hasta que no se rompa la barrera de que cantar en valenciano sea normal, seguimos en las mismas... 

Hay referentes como Obrint Pas y Zoo, que han traspasado fronteras.

Sí, hay grupos que lo han conseguido y han roto las barreras. ¿El truco? No sé dónde está, cuál ha sido la llave... También creo que hay un factor de suerte, de trabajo muy intenso y de estar en el lugar adecuado en el sitio adecuado.

Y su canción, «Junteu-vos», ¿cree que podría ser un buen lema para la situación actual?

Sí, claro que sería necesario y ahora más que nunca. Estamos viendo cómo un conseller de Cultura dice que va a quitarle todo el apoyo a lo que sea en valenciano, vincula directamente la lengua al catalanismo, al independentismo y a ideologías a las que no sé qué miedo les tiene.

Volviendo a la situación actual del grupo, ¿qué les ha aportado El Diluvi a cada uno?

Mucho cariño, una forma de vida que desconocíamos q podía ser tan bonita, porque es difícil pero también tiene sus partes bonitas, y nos ha aportado un grupo de amigos chulísimo, que eso seguro que no se acaba con el tiempo.

Empezaron versionando canciones e igual ahora hay gente joven que versiona las suyas... 

¡Mira, pues sería muy gracioso que pasara eso! [Ríe] No me lo esperaría, pero me gustaría mucho.