Los vinos que vienen

Las tendencias de consumo en lo que respecta al vino siguen evolucionando en los mercados de todo el mundo. Los vinos blancos y los espumosos (sobre todo cavas y champagnes, elaborados con el método tradicional) continúan su ascenso, al igual que los vinos de baja graduación y otros derivados como vermuts y ‘sparkling’. Los tintos clásicos, en los predomina la madera, ceden protagonismo a otros de perfil más fresco y menor potencia, donde los matices de la fruta aportan tipicidad.

Las tendencias de consumo de vino están cambiando en todo el mundo.

Las tendencias de consumo de vino están cambiando en todo el mundo. / Urban

Vicente Morcillo

Vicente Morcillo

El del vino es uno de los sectores más cambiantes a nivel internacional. El consumo anual sigue cayendo en todo el mundo (a excepción de España, donde en 2023 se constata un leve repunte del 0,6%) y los productores se afanan en buscar alternativas para atraer a nuevos consumidores. Los gustos evolucionan y ahora se demandan con más frecuencia vinos blancos frescos y frutales en detrimento de aquellos tintos de largas crianzas en roble en los que las notas de madera dominaban sobre las frutales, típicas de la uva.

En la pasada campaña de vendimia los vinos blancos tuvieron mucha mejor salida en el mercado, con muchas bodegas agotando existencias, mientras que en zonas tradicionales de tintos de calidad como Rioja se han planteado alternativas como la vendimia en verde o la destilación para rebajar excedentes ante la falta de salida en el mercado. Además, el consumidor busca ahora tintos con un perfil más afrutado, sin tanta potencia y con mayor tipicidad, preferiblemente hechos con variedades autóctonas de la zona, lo que ha empujado a muchas bodegas a incluir en su portafolio tintos menos complejos.

Otra tendencia al alza en el mundo del vino llega con los espumosos (sobre todo aquellos de mayor calidad elaborados con el método tradicional de segunda fermentación en botella). Aunque el champagne se ha estancado en ventas, otros espumosos como los cavas españoles o los prossecos italianos no dejan de crecer tanto en volumen como en valor, posicionándose como ‘valor seguro’ en el mercado. En este sentido merecen mención a parte ‘sparkling’, espumosos frescos, golosos y muy fáciles de entender que se plantean como alternativas a la hora del aperitivo. Los vinos de baja graduación y los ‘sin alcohol’ también han ganado cuota de mercado en los últimos años, gracias principalmente a nuevos perfiles de consumidores que buscan alternativas al vino tradicional y otras bebidas alcohólicas.

La Comunitat Valenciana se ha mostrado siempre sensible a los cambios de tendencias en el mundo del vino. Los elaboradores de Cava de Requena siguen produciendo espumosos de calidad respaldados por las ventas, que no han dejado de crecer en la última década. Mientras, en Castellón se trabaja para recuperar variedades de uva casi desaparecidas para crear vinos diferentes, alejados del corset de los tintos clásicos, y ya se proponen etiquetas que marcarán el camino a seguir, como es el caso del nuevo La Perdición de la Cooperativa de Viver. Ese trabajo por recuperar uvas autóctonas y recurrir a técnicas de elaboración ‘alternativas’ está propiciando en los territorios de la DOP Alicante vinos con menos cuerpo, más frescos y ligeros pero con toda la personalidad del Mediterráneo como los que elabora Pepe Mendoza en su Casa Agrícola o, ya en los dominios de la DO Valencia, los que producen Pablo Calatayud, Rafael Cambra, Javi Revert y otros bodegueros de la zona de Terres dels Alforins.

También comienzan a conquistar al consumidor los blancos de Merseguera que se elaboran en el Alto Turia (DO Valencia). La altitud y el terroir de la zona propician la irrupción de pequeños productores que apuestan por esta uva mediterránea para crear vinos singulares, frescos y de perfecta acidez con buena capacidad para armonizar con todo tipo de propuestas gastronómicas.

Otra de las tendencias al alza en el consumo viene de la mano de bebidas derivadas del vino como la línea Sandara que produce bodegas Vicente Gandía, una colección de espumosos de baja graduación que incorpora versiones como la de Sake (bebida típica japonesa), Moscato o el recién llegado Spritz, al más puro estilo de este aperitivo típico del Veneto.

Pero no todos los cambios vienen determinados por el contenido. El continente (la imagen externa) cobra cada vez mayor importancia y muchas bodegas valencianas presentan durante estas semanas nuevas propuestas con un etiquetado y presentación más desenfadada y actual, como el caso del nuevo Icono Urban de Bodega La Viña o la renovación de la gama Al Vent de Coviñas.

La Perdición (Cooperativa de Viver)

Castellón se abre paso

La Perdición

La Perdición / Urban

La zona vitícola de Castellón no es ajena a los cambios que se perciben en el sector del vino. Allí ya se trabaja en la recuperación de varietales autóctonos, y mientras llegan las primeras propuestas de uvas como la Pampolat o la Mondragón, algunas bodegas perfilan el coupage de sus vinos para dotarles de mayor personalidad y carga frutal como este tinto de Syrah, Tempranillo, Merlot y Garnacha que con la añada de 2022 estrena nuevo coupage e imagen externa.

Precio aproximado: 12 euros

Icono Urban (Bodega La Viña)

Urbano y Autóctono

Icono Urban

Icono Urban / Urban

Bodega La Viña (una de las firmas asociadas al grupo Anecoop) recurre al sello Icono para presentar su vino más ‘urban’, un tinto hecho con uvas autóctonas de las variedades Forcallà, Monastrell y Garnacha Tintorera que vinifica con un 80% del racimo entero y que reposa durante un año en depósitos de acero inoxidable. Un tinto crujiente en boca, muy fresco, en el que predominan las notas frutales de fruta roja, con un tanino presente pero sin aristas y un tacto denso y goloso

Precio aproximado: 12,75 euros (Magnum)

Al Vent (Coviñas)

Para dejar volar la imaginación

Nueva gama Al Vent de Coviñas

Nueva gama Al Vent de Coviñas / Urban

Coviñas deja volar la imaginación con la renovación de su línea de vinos de perfil más mediterráneo, Al Vent, una colección que ahora se plantea con dos referencias distintas: un blanco de Sauvignon Blanc y un tinto de Tempranillo. Dos vinos de perfil fresco y aromático, con buena carga frutal, que se elaboran a partir de las uvas seleccionadas de las parcelas cultivadas a mayor altitud.

Precio aproximado: 5,50 euros

Sandara Spritz (Vicente Gandía)

Aperitivo ideal

Sandara Spritz

Sandara Spritz / Urban

Sandara es la propuesta ‘sparkling’ de Bodegas Vicente Gandía. Con más de 10 millones de botellas vendidas en el último año es uno de los sellos de la bodega de mayor penetración en todo el mundo. Se elabora en seis versiones, la última éste Sandara Spritz, un espumoso de baja graduación que se presenta al estilo de los aperitivos típicos de la región italiana del Veneto.

Precio aproximado: 6 euros