El Valencia se ha convertido en un club multinacional, con la esfera de poder trasladada a Singapur. Sin embargo, sus jugadores más representativos, los ídolos a quienes aspiran a imitar los más jóvenes seguidores, son los dos únicos futbolistas valencianos que quedan en el equipo. De Torrent y Pedreguer, gente de la casa. Con poco más de 20 años Paco Alcácer y José Luis Gayà son los referentes que es su día representaron los Claramunt o Arias. Las estrellas.

Así lo comprobaron ayer, de primera mano, los dos jugadores valencianistas. Recibieron el baño de masas de 150 niños en el Campus que Gayà ha organizado en Pedreguer. Ambos se sometieron a un cuestionario en el que se sinceraron sobre sus comienzos, su presente y sus esperanzas de futuro. Gayà se veía representado en los sueños de los niños: «Me lo paso estupendo. Cuando era pequeño también lo hacía y me gustaba que vinieran futbolistas».

A Gayà, que relató que pasó a ser lateral «porque faltaba un jugador en el Infantil A», se le preguntó por sus inicios: «Recuerdo que venía al polideportivo de Pedreguer y aún no tenía edad para jugar. Me dejaban entrenar sin tener los años permitidos y con 11 años me fui al Valencia y pasé por todas sus categorías». En esa misma época recibió también Paco Alcácer la oportunidad de dar el salto a su actual club: «Me llamaron cuando estaba en el Torrent para hacer las pruebas. Entré con 12 años».

Tanto a Gayà como Alcácer también les preguntaron por la emoción de la primera vez. Las sensaciones del debut, del primer gol: «¿Qué sentí al jugar en Primera división por primera vez? De pequeño era el sueño que tenía y cuando llegué al primer equipo fue una alegría muy grande. Me puse muy contento». Por su parte, Alcácer describió qué significó su primer gol: «La verdad es que es una gran alegría cuando recuerdas todo el esfuerzo y el tiempo que has tardado hasta llegar aquí. Por eso te pones muy contento». Y de la primera diana a la última, la del gol trascendental contra el Almería que valió una clasificación para la Liga de Campeones: «Es muy bonito que nos diera el pase para la previa de la Champions. Pero es gracias a todos los compañeros de atrás. Fue mérito de todo el equipo».

La figura de Nuno Espirito Santo también saltó a la palestra durante la animada charla con los niños. Alcácer reveló qué instrucciones les pide el técnico portugués antes de un encuentro: «Primero nos dice que ganemos el partido y luego que disfrutemos».

Gayà, en cambio, reflexionó sobre el entrenador que más le ha marcado en su joven carrera: «Todos han sido buenos pero uno que me marcó especialmente fue el que me cambió de posición a lateral. Hasta ese momento era delantero y no hubiera llegado porque estaba Paco Alcácer por delante».

La charla dio para comentarios más relajados. ¿Gayà, qué piensas en el túnel de vestuarios? «Esos momentos son cuando peor se pasa, estás un poco nervioso pero cuando comienzas el partido todo desaparece», señalaba un Gayà que lleva bien la competencia: «En un equipo es muy buena la competencia. Orban y yo siempre intentamos estar bien».

Las bromas en el vestuario

Por último, Alcácer habló de los momentos de distensión que se dan en una plantilla profesional, como las bromas en el vestuario: «Los argentinos De Paul y Otamendi son los que más gracia hacen. Intentamos que los entrenamientos sean divertidos, pero lo importante es preparar bien el partido». Gayà, que es el jugador que menos vacaciones ha tenido al estar cinco días con la selección, y Alcácer se hicieron fotos con los 11 equipos en los que se integran los 150 niños que participan en el Campus y que también vieron un video de Alcácer.