Con 40 minutos de retraso partió la expedición del Valencia hacia tierras alemanas, debido a que se perdieron dos camillas que utilizan los recuperadores y se consideraban necesarias para la concentración de siete días en Kamen. El tiempo de espera, sin poder activar el aire acondicionado en el interior del avión, fue un «infierno», de ahí que cuando las azafatas lo percibieron no pararon de repartir agua.

Varios jugadores aprovecharon la mañana para pasar por el salón de peluquería, afilándose el pelo como Nuno quiere mecanizar sus planteamientos tácticos. A la espera de la llamada para embarcar, los argentinos y Rodrigo (vecino y amigo de Enzo Pérez) charlaron en torno al mate que se encargó de llevar Rodri de Paul. Orban y André Gomes intercambian confesiones en otra mesa, a los que se unió luego Rubén Vezo. Negredo y Yoel tomaban algo. Bakkali conversaba con Zahibo, Javi Fuego se informaba sobre la deuda que tiene que afrontar «su» Sporting antes del 31 de julio, y curiosa fue la imagen protagonizada por el meta Mathew Ryan y Danilo Barbosa. Han sido los dos últimos fichajes en llegar y se sentaron juntos antes de subirse al avión, aunque aún es evidente la diferencia idiomática.

A pesar de estar en plenas vacaciones no había mucho ajetreo en la terminal. El cuerpo técnico ocupaba uno de los bancos, el resto de jugadores se entretenía con el móvil y conversando. Nuno, serio como en él es habitual cuando está trabajando, aprovechó las casi tres horas de vuelo para hablar con David, uno de los analistas del club ordenador en mano. Phil Neville observaba también con atención. Su integración va a pasos agigantados y a la mínima oportunidad que tiene pone en práctica su castellano, lo considera un primer paso. Pero la gran novedad en el desplazamiento fue la presencia de un psicólogo, Javier Figueroa, que no estuvo en el primer stage de Austria ni en la gira por China. Nuno consideraba conveniente su presencia y ya es uno más dentro del grupo.

El vuelo se hizo largo, algunos aprovecharon para descansar, otros se «abrigaron» para ver una película, también hubo quienes apostaron por la lectura. Lo importante ahora es sacrificarse para cargar gasolina de cara a la temporada con tres competiciones.