Había ganas de ver de nuevo a Otamendi en el vestuario, tener ese reencuentro que aún no garantiza su continuidad, pero era el primer paso. Uno a uno Nico fue saludando a todos, bromeó con los que más relación tiene, y le dio la bienvenida a los recién llegados, como a Santi Mina. El ariete gallego, que la temporada pasada comprobó lo difícil que es dejar atrás al central argentino, aseguró que «en el primer entrenamiento me pareció una persona muy alegre y normal. Me dio la bienvenida al Valencia y me deseó toda la suerte del mundo».

Sólo es un detalle, pero habla mucho de cómo es el argentino. Nadie asegura hoy en día que va a continuar sí o sí, a pesar de tener contrato en vigor, pero Mina así lo espera, como el resto del vestuario: «Nico se ha incorporado al equipo con total normalidad, es jugador del Valencia y estamos todos contentos porque es un gran futbolista y nos va a ayudar mucho este año». Mina tiene inculcado ya en su cabeza la ronda previa de la Champions, considera que la concentración en Alemania «nos va a permitir seguir creciendo como equipo, así seguiremos conociéndonos y podremos trabajar duro para intentar clasificarnos para la Champions tan ansiada por el Valencia CF».

Junto a Alcácer, Negredo y Rodrigo, el joven futbolista gallego sabe que no va a ser fácil jugar, pero considera que «la competencia dentro del equipo siempre es buena para seguir trabajando día a día. El que mejor esté va a jugar y lo más importante es que va a ayudar al equipo». Otamendi ya se ha sumado a la lucha por la Champions.