La operación por Joao Cancelo sigue en marcha, pero en su desenlace ha tomado un ritmo pausado, paciente. La Juventus sabe de forma explícita, como así lo comunicó Mateu Alemany personalmente a su homólogo Beppe Marotta, que la exigencia de 40 millones por el pase del lateral lisboeta es irrenunciable y no está sujeta a renegociación.

La Juve ha tomado nota y trata de ganar tiempo para ultimar la oferta final, sin entrar jugadores para abaratar el precio y así manteniendo el acuerdo verbal que se alcanzó el pasado viernes, 9 de junio. La «Vecchia Signora», también con un ojo mirando al «fair play» financiero, está pendiente de concretar varias operaciones de salida, de las que ayer informaba «Tuttosport». Una de las salidas es de la Stefano Sturaro a la Premier (al West Ham o al Everton), se esperan ingresar 15 millones por la venta de Mandragora al Genoa. O Eintracht de Frankfurt o el Cagliari serán los destinatarios de Cerri, mientras que el Chelsea se ha mostrado interesado en el defensa Rugani. Con todos esos ingresos, la Juventus pretende tener el oxígeno extra para cerrar los fichajes de Cancelo y del internacional ruso Golovin.