Sin Abelardo hubiera sido difícil ganar la Copa del 67 y la Liga del 71 porque estuvo a un nivel máximo como toda la defensa con Juan Cruz Sol, Antón, Aníbal, Jesús Martínez, Vidagany... Marcando pocos goles teníamos muchas opciones de ganar porque mantenía muchas veces la portería a cero. Fue un portero extraordinario, con unos reflejos extraordinarios, era muy rápido en sus acciones y eso permitió que hiciera historia». Eran las palabras emocionadas de Pep Claramunt en el último adiós a su compañero y amigo de vestuario. De leyenda a leyenda porque Ángel Abelardo González ha pasado a la historia como uno de los grandes porteros del Valencia en sus 102 años de vida. El asturiano de alma valenciana conquistó la Copa del 1967 y la Liga de 1971 recibiendo el trofeo de portero menos goleado. El valencianismo llora su muerte. Se ha marchado uno de los grandes.

Nació en Sotrondio (Asturias) el 3 de septiembre de 1944 entre cuencas mineras y balones de balonmano: el primer deporte que practicó y que le pemitió desarrollarse bajo palos. Su destreza en la portería le llevó al mundo del fútbol. Creció en El Entrego, el Sotrondio (fue internacional en categorías inferiores) y dio el salto al Langreo en Segunda B, donde lo descubrió el Valencia. El ‘eléctrico’ Amadeo, entonces ayudante de Mundo, fue quien le echó el ojo. Solo dos semanas después estaba en València para firmar en 1965 con Vicente Peris. Pesudo le cerró las puertas de la titularidad en su primera temporada 65/66 hasta que un partido cambió su carrera y su vida. Abelardo debutó a las órdenes de Mundo en partido oficial en Elland Road contra el Leeds de cuartos de Copa de Ferias. Salió a falta de cinco minutos del final, brilló y comenzó su leyenda.

El penalti a Gento, 1967

Ágil, rápido, seguro arriba a pesar de no ser excesivamente alto (1.74), de grandes reflejos, avanzado en el juego con los pies, duende en lo minutos clave y un liderazgo que le hacía más grande todavía en la portería. Su primer gran éxito fue la Copa del Generalísimo del 67. «Fue un portero importante en la Copa del 67, recuerdo que le paró un penalti a Gento y pudimos clasificarnos para jugar la final de Copa contra el Athletic de Bilbao. Fue pieza importante para conseguir el título», recordaba Claramunt.

La Liga del 71, un récord único

El segundo y gran éxito fue la Liga del 71 a las órdenes de Di Stéfano en una temporada perfecta (9 porterías a cero) que le coronó como el mejor portero de España. El asturiano dejó otra vez paradas decisivas de nuevo desde los once metros. Esta vez, a Martí Filosía en el Camp Nou. Aquel año permaneció imbatido durante siete jornadas consecutivas. Abelardo conquistó el trofeo de portero menos goleado de la Liga del 71 con el mejor promedio de la historia del Valencia. 19 goles en 30 jornadas. Una media de 0,63 goles por partido que hoy en día parece imposible. Abelardo consiguió el premio con un registro mejor a los otros cinco porteros valencianistas que se alzaron con el galardón: Eizaguirre, Vergel, Manzanedo, Otxotorena y Cañizares. Fue junto a Aníbal y Antón el único que lo jugó todo.