José Bordalás está metido al máximo en la preparación de la temporada. El técnico se tomó unos días de ‘descanso’ en los que no desconectó demasiado porque estaba pendiente de todo lo que sucedía en el Valencia CF. La preparación del curso 2021/22 es fundamental para el entrenador que tiene dos líneas en esa planificación: la deportiva y la física. El nuevo jefe del banquillo del conjunto de Mestalla quiere subir el nivel competitivo de la plantilla y eso tiene dos vías: refuerzos con su ADN y mayor exigencia sobre el terreno de juego para los futbolistas. Y eso pasa por un verano en el que la plantilla tiene que cambiar el chip para empezar a ‘parecerse’ a ese Getafe del alicantino. No tanto en fondo sino en forma. Es decir, la filosofía debe ser la de un equipo que corre y es solidario con los esfuerzos.

Correr para mejorar en lo individual y para potenciar el colectivo. No es casualidad que los futbolistas del Getafe reconocieran en más de una ocasión que nunca habían entrenado con tanta intensidad en su carrera. La intensidad es clave durante los 90 minutos que duran los partidos pero para llegar a ese nivel hay que hacer bueno el tópico de ‘se juega como se entrena’. En el Coliseum Alfonso Pérez era habitual terminar siempre los partidos con más kilómetros recorridos que el rival. Correr no significa correr bien pero la realidad es que en el caso de los equipos de Bordalás es un sinónimo de sacrificio y de presión tras pérdida. Esa es una de las obsesiones del entrenador, que lejos de esa etiqueta de defensivo tiene claro que hay que adelantar líneas -cuando se puede- y robar en campo rival para atacar cuanto antes. Para lograr eso se necesita de un trabajo coral y un orden total. Y eso es lo que se va a intentar lograr tanto en pretemporada como en el plano salidas-entradas, dentro de las dificultades económicas del club y más aún sin el atractivo de jugar en competiciones europeas.

Por ese motivo, una de las primeras cosas que hizo el equipo de trabajo de José Bordalás a su llegada a Paterna, la semana en la que firmó, fue organizar esa pretemporada pensando en la preparación física junto con Patri Moreno, su segundo. También habló lógicamente con Voro para ver cómo había visto al equipo en las jornadas que estuvo en el cargo tras la destitución de Javi Gracia. Todo ello con vistas a esa primera semana de julio en la que el equipo vuelve al trabajo. Después, el 12 de julio, la plantilla se marchará hasta el 18 de julio del Valencia CF en Oliva en el que se dará especial importancia a lo físico y lo táctico. También a lo emocional, ya que se irá trabajando en esa gestión de grupo que busca Bordalás para ir formando el bloque.

El grupo además es consciente de que el verano se hará largo en materia de fichajes. Los errores de la temporada pasada provocaron que el equipo se convirteria en un bloque débil, inestable y que sufrió más de lo previsto contra los equipos incluso de la zona baja. No se vio además un equipo reconocible y ese es uno de los problemas que tendrá por delante el nuevo técnico y es generar una plantilla con una identidad clara y un ADN reconocible. Y en esa línea irían también los fichajes. Cabe recordar que incluso Anil Murthy aseguró en la presentación del nuevo técnico del Valencia CF que «en la parte deportiva el consenso con el entrenador es necesario e importante». Ya es un paso distinto al del pasado curso, cuando Javi Gracia pidió un esfuerzo por Capoué y no se le concedió ese ‘regalo’ para la confección de la plantilla.