En la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, la influencia de Jorge Mendes en el Valencia siempre está presente. En los tiempos de opulencia del proyecto, de las grandes inversiones de bienvenida con Rodrigo Moreno y André Gomes a la cabeza, pero también en el peor momento de Peter Lim en Mestalla, con el prestigio desgastado, sin capacidad financiera y con entrenadores y jugadores prefiriendo otros proyectos más fiables y estables. El agente portugués vuelve a actuar, esta vez en auxilio del magnate singapurés, para tutelar la planificación deportiva de un Valencia a la deriva y en el clima social más crítico y convulso de la historia de la entidad. La solución que Mendes ha ofrecido a su buen amigo Lim es la llegada de Gennaro Gattuso, que se siente con fuerzas y capacidad para abordar el reto. El resultado de la vinculación estrecha con el famoso agente no ha tenido término medio. Del buen rendimiento deportivo (en algunos casos también económico, por su posterior venta) de André Gomes (15 millones, vendido por 37), Cancelo (15 millones, vendido por 40), Rodrigo (30 millones, vendido por la misma cantidad), Garay (20 millones, se marchó libre para retirarse), Thierry (12 millones) o la posible salida este verano de Guedes (costó 40 millones), a fracasos como en los casos de Nani (8,5 millones), Enzo Pérez (25 millones), Aderllan Santos (9,5 millones), Negredo (30 millones), Filipe Augusto, Abdennour (22 millones), Bakkali, Danilo Barbosa. Entre medias, casos como los de Santi Mina (10 millones).