El Valencia sobrevive sin alardes (0-1)

Con el estreno goleador de Yaremchuk y múltiples dificultades ante el orgulloso Arosa, el equipo de Baraja avanza a la tercera ronda de Copa

Copa del rey: Arosa-Valencia CF

Copa del rey: Arosa-Valencia CF

Vicent Chilet

Vicent Chilet

Sin alardes y con las medias llenas de barro el Valencia avanza en la Copa del Rey después de eliminar por la mínima a un Arosa Sociedad Cultural intenso, orgulloso y agresivo. El solitario tanto a los 8 minutos de juego de Roman Yaremchuk sirvió para eliminar al conjunto gallego, de 3ª RFEF, y es el principal motivo de alegría que se lleva Rubén Baraja de regreso a casa. El delantero de Leópolis desbloqueó por fin su puntería de cara a puerta y peleó sin descanso contra los centrales gallegos, sintiéndose por primera vez importante. La activación de la Unidad B se logró a medias, con buenos minutos para Jesús Vázquez y un providencial Jaume, también para los canteranos Camús, Iranzo y Gozálbez, pero con una versión todavía difusa de Cenk, Amallah, Canós y Guillamón.

Pese a ser un partido áspero y muy largo, el duelo no pudo empezar de mejor forma para el Valencia, que antes de los 10 minutos de juego ya se había adelantado en la primera opción de remate clara para Yaremchuk. El delantero ucranio se quitaba de encima una losa mental considerable y los valencianistas desbloqueaban un encuentro que se anunciaba duro sobre el pesado césped natural de A Lomba. Un vetusto estadio municipal lleno de encanto, con publicidad estática de restaurantes y constructoras locales, bar en una de las esquinas y una afición entregada con los suyos.

El plan del equipo pontevedrés varió poco. No estiró en exceso las líneas pese al 0-1 y buscó la referencia de Borja Míguez. Delantero labrado en distintos equipos gallegos (Estradense, Casino Arzúa), hijo del entrenador de los locales, Luisito (cuyo rostro tiene tatuado en el brazo izquierdo), y un rapaz tremendamente combativo, habilidoso para proteger de espaldas e ir al choque con la pareja de centrales, Cenk y Diakhaby. El Valencia tuvo la virtud, durante la primera media hora, de adaptarse al contexto del partido, con escasos adornos sobre un césped que se levantaba en cada pisada e igualando al conjunto arlequinado en entrega. Sin embargo, a los de Baraja les costó generar ocasiones, pese a la actividad por banda, sobre todo de Camus y Rubo Iranzo. Yaremchuk se fajaba con Nacho Carús y Pacheco, pero sin opciones claras de remate.

Con fútbol directo, el Arosa logró acabar la primera parte cerca de las inmediaciones de Jaume, siempre con la referencia de Borja Míguez. El partido llegaba vivo a la segunda parte. A pesar del primer intento a los pocos segundos de Canós, todavía espeso, el primer aviso serio iba a ser del Arosa. Jaume Doménech celebraba con los brazos en alto su doble parada, tras un cabezazo primero y posterior remate a bocajarro en el rechace del omnipresente Borja Míguez.

Al Valencia le urgía parar el partido, adormecer la posesión y hacer valer su mayor calidad técnica, pero cada vez se le veía más desubicado en el embarrado escenario. Hubo que esperar al minuto 66 para que Amallah probase desde la larga distancia a Raúl Rodríguez. Baraja buscó alternativas en el banquillo, con Fran Pérez y Ali Fadal, luego recurriendo a primeras espadas como Thierry y Javi Guerra. No obstante, lejos de aplacar la motivación del Arosa, Jaume tuvo que erigirse de nuevo como el salvador del Valencia. Tras un tremendo error de Cenk, portero de Almenara se hizo gigante para desviar el disparo de Sylla, con el rechace pifiado a puerta vacía por Marcos Mella. En el minuto 95, e incluso llegando a perder tiempo, acababa la pesadilla para avanzar a la tercera ronda.