Ignacio Cabanes, Valencia

Unos desconocidos incendiaron la embarcación, en la madrugada de ayer, cuando ésta estaba amarrada en el embarcadero de El Palmar. La Guardia Civil investiga si fue de forma accidental o se trata de un hecho premeditado.

Por el momento la única pista que se tiene es el testimonio de un pescador que vio esa misma noche a tres jóvenes subidos en la barca, con linternas, y que, al parecer, estaban manipulando el motor. Además, este hombre vio un coche, de color azul, mal estacionado en la entrada del embarcadero, al parecer con matrícula de Zaragoza.

Cuando a las tres de la mañana pasó otro pescador por este embarcadero de El Palmar, la barca ya estaba siendo pasto de las llamas. El hombre alertó a la policía y al dueño de la embarcación, quienes acudieron a los pocos minutos. Asimismo, dos dotaciones de Bomberos del parque de El Saler acudieron a sofocar el fuego, pero cuando consiguieron apagarlo las llamas ya habían calcinado por completo la barca y habían afectado a parte del embarcadero.

Valor sentimental

"No es sólo el dinero que vale sino el valor sentimental que tiene", explicaba Jenifer, hija del dueño y que cada día sacaba esta barca para dar un paseo a los turistas por la Albufera de Valencia. La embarcación, de 10 metros de longitud, tiene 103 años de antiguedad y desde hace unos 20 era la encargada de transportar al Cristo de la Salud en la romería de las fiestas patronales de El Palmar.

Su propietario, Manuel Marco, presidente de la asociación de barqueros de El Palmar, asegura que no sabe quién puede haber querido incendiar su barca ya que "nunca he tenido problemas con nadie". Además, duda que estuvieran robando combustible ya que solo había una garrafa de gasoil de 20 litros.

Lo que sí tiene claro es que alguien estuvo esa noche en su embarcación, porque la trampilla para acceder al interior de la barca estaba quitada. De hecho, esta tapa fue la única pieza de la embarcación que quedó intacta, al quedar apoyada en el puente del embarcadero.

Los sospechosos fueron vistos también cuando salían del pueblo en un vehículo azul a gran velocidad. "Mi hermana se cruzó con ellos. Iban tan deprisa que se tuvo que apartar para no caerse a la acequia", apuntó Jenifer.

Al coste de la barca incendiada, cuyo precio ronda los 12.000 euros, se suma que durante unos días esta familia tendrá que trabajar con una única embarcación. "Ahora que se acerca el buen tiempo y vienen más turistas nos hacen esto", critica Iván, sobrino del dueño.