Paco Varea, Valencia

La Empresa Municipal de Transportes (EMT) ha puesto en manos de una empresa externa desde hace varias semanas la reparación de las nuevas canceladoras automáticas que funcionan en los autobuses mientras hasta hace poco lo hacía un equipo de la propia EMT, según han denunciado responsables de UGT y CC OO. Para ellos la medida forma parte del incremento de privatización de los servicios propios que comenzó hace unos años y va en contra de los principios de austeridad que desde el Ayuntamiento de Valencia anunció la alcaldesa, Rita Barberá, frente a la crisis.

Un responsable de UGT y presidente del comité de empresa, Vicente Moreno, manifestaba su extrañeza de que "trabajos en manos de equipos de la EMT los haga otra empresa" pero recuerda que "figura en la línea de la dirección de la empresa porque la contratación de personal también se ve mermada" y agregó que "los mecánicos son insuficientes con lo cual las reparaciones más urgentes no se hacen. Hay vehículos que no salen con todas las luces en condiciones ni con aire acondicionado e incluso las expendedoras se reparan con el vehículo operativo. En la EMT hay un centenar de mecánicos y una bolsa con 20 pero dan esos trabajos a otras empresas".

Los trabajos que se encargan a empresas de fuera de la EMT no se limitan a reparaciones de vehículos o a prepararlos para la ITV sino también a la vigilancia.

El dirigente de UGT dijo que "ese tipo de contratos son ilegales y lo respalda una sentencia del Tribunal Supremo que ellos ganaron hace meses obligando a la EMT a contratar a trabajadores de la empresa que no pueden hacerlo de conductor o de otra función".

Y frente a estas contrataciones externas los dos sindicatos denuncian el elevado déficit de la EMT que el consistorio mitiga con inyecciones económicas pero ahora la situación, para ellos, se ha tornado insostenible. "El déficit alcanza ya los 80 millones de euros y el dinero que pone el ayuntamiento es insuficiente para amortiguar las pérdidas. La solución pasa por formalizar el contrato programa", comentaron.

El citado contrato programa supondría una mayor inyección económica y un abaratamiento, en teoría, del coste de los desplazamientos a los usuarios. Sin embargo, desde el equipo de gobierno sus responsables llevan años denunciando que es el Gobierno Central quien pone pegas a la formalización del documento.

Demandan el contrato programa

Los responsables sindicales tienen otro argumento para justificar esa demora. "Se debe a que la Generalitat debería poner el mismo dinero que el Gobierno y en el caso de fijarse 38 millones de euros la institución autonómica debería fijar lo mismo y las arcas no están para esos movimientos. Nosotros exigimos a la ETM y a la nuestros directivos que negocien para alcanzar un acuerdo que en distintas ocasiones han dicho que ya casi estaba. Madrid y Barcelona lo tienen hace tiempo y las instituciones autónomicas pagan sus partes correspondientes", comentaron.

Finalmente, los sindicalistas acusaron a los responsables de la EMT de incumplir su compromiso de poner en servicio la línea circular 37, para prestar servicio en la ronda una vez se abrió el puente de Calatrava.