El Punto de Encuentro Familiar de Valencia, situado en el Parque de Viveros, cumple este verano su octavo aniversario. Un lugar neutral y un recurso municipal cuyo objetivo es facilitar el encuentro entre los menores y sus familiares que tienen situaciones conflictivas.

Paco Gotzens, jefe de sección del Menor, indicaba ayer durante la visita de la alcaldesa en funciones Marta Torrado, que atienden casos en los que los padres se separan y no se ponen de acuerdo en la custodia de los niños y que son los jueces los que estipulan el régimen de visitas. En este sentido, explicó que se prestan diversos servicios, como la supervisión del cumplimiento del régimen de visitas. Para ello llevan un riguroso control de las entradas y salidas y de las personas que recogen a los menores. En este caso deben llevar una autorización del juez que es verificada, según afirmó Gotzens. "Un fallo en este sentido nos supondría inmediatamente una denuncia de los padres porque tienen tantos conflictos que cualquier excusa se utiliza para que el juez suprima la visita".

El procedimiento a la hora del encuentro es el siguiente: "Se cita antes al padre no custodio, es decir, al que no tiene al menor, y se le dirige a una de las salas". "Cuando llega el padre custodio con el niño va a la otra sala donde el abogado lo recoge" y lo lleva con la parte a la que le corresponde la visita. Al mismo tiempo, este responsable señaló que "en caso de que un niño se niegue a ver a uno de sus padres el letrado levanta una incidencia en la que explica lo ocurrido pero jamás un profesional puede forzar a un niño a que esté con su padre o madre". Además, dice que deben tener un especial cuidado y mayor control con los casos en los que existe orden de alejamiento, que "cada vez son más".

Respecto a las visitas tuteladas, siempre tiene que haber un profesional delante y tienen una duración de dos horas. Éstas se dan en casos en los que el contacto entre el menor y el progenitor puede entrañar algún riesgo y el juez ordena su vigilancia constante. El área de intervención psicosocial está orientada a normalizar la relación con el padre con el que no viven y a la implicación de éste en las funciones parentales, ya que hay quienes no saben cómo tratar a los niños. Gotzens cuenta que "siempre que les decíamos a los niños que dibujaran el Punto de Encuentro dibujaban las rejas", por lo que decidieron pintar las verjas de colores, "para quitarles fuerza".

Por su parte, Marta Torrado subrayó que el Ayuntamiento asume el 80 por ciento del coste del funcionamiento de este equipamiento que supera los 300.000 euros anuales. Además destacó que "se han atendido más de 800 casos. Lo que más nos interesa es que no sufra el menor".

Gotzens sentencia: "Éste es el recurso más complicado que he tenido en 25 años en los servicios sociales en el Ayuntamiento".