Unos ladrones de cobre han dejado a oscuras durante cuatro días parte de la AP-7 y la casi totalidad de la V-31, más conocida como pista de Silla, en sentido hacia Valencia, al sustraer tres kilómetros de cable del alumbrado y el centro de mando de la iluminación de carreteras, según confirmaron ayer fuentes del Ministerio de Fomento. En las primeras 72 horas se reinstaló el cableado robado, pero los cacos lo volvieron a hacer desaparecer inmediatamente, antes de que hubiese tiempo incluso de ponerlo en funcionamiento, agregaron.

El asalto se produjo el pasado viernes en un punto determinado ubicado en la confluencia de la AP-7 con la pista de Silla. Allí, los rateros se hicieron con 3.000 metros de cable de cobre, lo que dejó a oscuras un amplio tramo comprendido entre ambas vías. Sin embargo, el apagón se extendió mucho más allá -al menos hasta el término de Almussafes por parte de la AP-7 y hasta la ciudad de Valencia en el caso de la V-31- al sustraer también los ladrones el puesto de control del alumbrado de carreteras ubicado en Silla.

Tras constatar a qué se debía la falta de luz, los técnicos de mantenimiento del Ministerio de Fomento sustituyeron los tres kilómetros de cable desaparecidos. No llegaron ni siquiera a cerciorarse de que la instalación se había hecho de forma correcta: al anochecer, la zona seguía a oscuras y, al ir a comprobar qué sucedía, descubrieron que volvía a faltar el mismo tramo de cable que habían colocado horas antes.

Un botín de 140.000 euros

En total, los cacos se apoderaron de un botín valorado en unos 140.000 euros, a razón de 20.000 euros por cada 3.000 metros de cableado y 100.000 por el cuadro de control de la iluminación de carreteras, detallaron fuentes de Fomento, que agregaron que no es la primera vez que la V-31 sufre un apagón por el robo de cable.

Al cierre de esta edición, gran parte de la V-31 ya había recuperado la iluminación -Fomento ha trabajado toda la semana para restaurar el centro de mando sustraído- , aunque el enlace de la pista de Silla con la AP-7, e incluso un tramo anterior de ésta -a la altura de la factoría Ford de Almussafes-, aún permanecía a oscuras, en concreto el trecho directamente afectado por la sustracción del cableado.

"Una vigilancia constante"

La reincidencia de los robos ha llevado al Ministerio de Fomento a solicitar al de Interior que destine agentes a la investigación de estos asaltos. La Guardia Civil se ha hecho cargo de las pesquisas aunque, por el momento, aún no se ha llevado a cabo ninguna detención. En principio, y hasta que se capture a los ladrones que están desvalijando la infraestructura viaria, "el único remedio aplicable es la prevención a través de una vigilancia constante", indicaron fuentes ministeriales.

Y es que, con anterioridad a los asaltos de estos últimos días, el alumbrado de la pista de Silla ya ha sido saboteado en varias ocasiones y en diversos puntos por parte de los ladrones de cobre. Los cacos han llegado incluso a hacerse con alguno de los paneles informativos que luce la vía para advertir a los conductores de las incidencias del tráfico. Esta vez, sin embargo, ni los luminosos ni las cámaras de tráfico se vieron afectados.

En busca de la fórmula que evite los asaltos

La sustracción del cable de cobre del alumbrado de carreteras se ha hecho ya tan habitual en Valencia que el Ministerio de Fomento ha destinado a algunos de sus técnicos a buscar fórmulas que detengan el saqueo. Sin embargo, ninguno de ellos parece poder competir con los cacos, siempre por delante. De hecho, todas las veces que han ideado y puesto en marcha un nuevo sistema de sellado de las arquetas que dan acceso al cableado de la iluminación, los rateros "han reventado el invento" y se han vuelto a hacer con la infraestructura viaria, dejando de nuevo las carreteras a oscuras. Actualmente, los técnicos siguen buscando una posible solución que, de una vez por todas, ofrezca una respuesta satisfactoria y definitiva a los continuos robos.