Todos los martes de julio a las 8 de la tarde los Jardines del Palau de la Música se convertirán en una pista de baile improvisada en la que los más mayores podrán pasar un buen rato moviéndose a ritmo de pasadoble, chachachá o merengue. Con la Feria de Julio llega una nueva edición de estos bailes que han ido ganando popularidad en los últimos años. El primer día de orquesta comenzó ayer con una afluencia de público moderada que disfrutó de la música al aire libre.

La orquesta, las sillas y el chiringuito que se ha habilitado especialmente para la Feria de Julio hacen de los jardines una auténtica verbena de verano. Pili acudía por primera vez a esta cita que se programa cada mes de julio y no tuvo reparos en salir a la pista de baile con su marido. "Bailamos todos los fines de semana en salas de Valencia", comentó tras sentarse después de marcarse un pasasoble sobre la pista. Entre los bailarines había muchos experimentados como Pili, que practican a menudo y tienen bien claro los pasos a realizar. Para salir a la pista sólo hacían falta ganas de divertirse ya que había parejas de todo tipo: matrimonios, amigas que se divertían juntas y personas que preferían "bailar suelto".

Los que se quedaron sentados tenían la opción de tomarse una cerveza o una horchata para aliviar el calor. De hecho, los no tan mayores también hicieron parada en los jardines para tomar algo escuchando música en directo. Manoli, que ya había bailado otros años en el Palau, se mostraba encantada con la cita. "A la tercera edad nos va de maravilla. Me estoy reenganchando al baile, es mucho mejor que la gimnasia", afirmó. Manoli había acudido con su marido, pero se lamentaba de no poder bailar con él por sus dolores de espalda. Eso sí, no tuvo problemas en salir a la pista con sus amigas.