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El sueño de cualquier conductor cuando llega a un garaje -que el coche se aparque solo en menos de 90 segundos- está a punto de hacerse realidad en Valencia. Y es que antes de que acabe el año el primer garaje automatizado de la ciudad abrirá sus puertas. Así lo anunció ayer Roig Grupo Corporativo, responsable de la iniciativa.

De esta forma, el conductor solo llegará y pondrá su vehículo (con el motor apagado) en una plataforma. Un sistema informatizado se encargará de elevarlo hasta la planta correspondiente -por medio de una estructura metálica con movimiento vertical- y trasladarlo -mediante plataformas con movimiento horizontal- hasta la plaza de estacionamiento. Eso sí, las dimensiones de las plazas son más reducidas de lo habitual ya que en este garaje el espacio para peatones no existe.

El proyecto llega con más de cuatro años de retraso desde que se anunciara en 2005 y comenzaran las obras en 2007. Y es que la iniciativa ha costado lo suyo, principalmente porque la modificación del aparcamiento -que pasó de cuatro plantas a ocho- supuso la presencia de agua en el subsuelo debido a la profundidad de la excavación que obligó a trabajos continuados de día y de noche ante el riesgo estructural en los edificios colindantes, según informes técnicos de junio de 2010. Y es que el de la calle Pizarro es posiblemente el aparcamiento privado construido a mayor profundidad de la ciudad (alrededor de 40 metros). Como referente se encuentra la línea 2 de metro del Mercado Central (hoy paralizada) que se estaba construyendo a 30 metros de profundidad y originó grietas en los Santos Juanes. La obra se modificó para sacar la máxima rentabilidad a un proyecto que pasó de 72 a 233 plazas de aparcamiento. Ayer, la promotora de la iniciativa anunció alrededor de 200 plazas, aunque no concretó las tarifas del garaje. El coste global del proyecto tampoco se ha aireado. En cuanto a la inversión realizada solo constan los 3 millones de euros que pagó el empresario y expresidente del Valencia CF, Paco Roig, por el edificio de la calle Pizarro 10, y la previsión inicial de 6 millones de presupuestos que se anunció en 2005.

Ha costado tiempo, dinero y muchos quebraderos de cabeza a los vecinos de la zona , pero el primer aparcamiento inteligente de la ciudad está a punto de ser realidad. Además, los promotores destacan que con este sistema desaparecen los golpes y arañazos de los coches contiguos y se ahorra tiempo que, en muchos casos, se convierte en dinero.