El grupo socialista en el Ayuntamiento de Valencia defenderá una propuesta de ordenanza contra la prostitución que no contempla sancionar a las prostitutas. El PSPV responde así a la intención del concejal de Seguridad Ciudadana, Miquel Domínguez, reflejada en estas páginas, de no convocar otra reunión de la comisión que ha de redactar la normativa hasta que la oposición presente una ordenanza alternativa. La normativa que presentaron ayer el portavoz municipal, Joan Calabuig, y los concejales Anaïs Menguzzato y Pedro Sánchez, propone un régimen de sanciones para los clientes pero no para las mujeres, pues Menguzzato asegura que "ninguna de ellas es prostituta porque quiere, lo hacen obligadas por las circunstancias en las que ven".

Así, la ordenanza socialista, que toma como base la que rige en Sevilla, contempla también una actuación "integral" porque la situación "no es solo un problema policial", según indicó Calabuig. La iniciativa prevé que la nueva ordenanza reguladora de actividades en la vía pública "fomente y garantice la convivencia ciudadana en el espacio público de Valencia y regule su uso para el ofrecimiento y demanda de servicios sexuales". Además, haría referencia a la responsabilidad que el consistorio tiene para controlar este actividad. Así, dijo que plantearía "la creación de un registro de locales, con las pertinentes comprobaciones de actividad, licencias y salubridad". En este sentido, el concejal Pedro Sánchez preguntará en el próximo pleno por cuestiones relativas a las licencias en Velluters dado que el ayuntamiento "no respondió a las mismas preguntas realizadas en plenos pasados", indicó.

Por su parte, Domínguez, respondió ayer que el PSPV no quiere llegar a un acuerdo sobre la prostitución: "Su único objetivo es montar un paripé político". "Saben perfectamente, porque se les ha informado en reiteradas ocasiones, que el ayuntamiento, desde hace muchos años, trabaja en la reinserción social de las prostitutas", explicó Domínguez.