Es el consiliario de la junta de hermandades de la diócesis de Valencia, párroco de la iglesia de Santa María del Mar y testigo directo de la evolución de la Semana Santa Marinera desde hace 20 años. Y si algo tiene Antonio Díaz Tortajada es que habla claro. Por ello, sin pelos en la lengua, pide a las cofradías que integran la fiesta «más seriedad y respeto» en aras de mantener «la autenticidad de aquello que se está celebrando». Y es que Díaz Tortajada asegura que, conforme pasan los años, las hermandades «se parecen más a las fallas. La mayoría se ha convertido en entidades culturales para poder recibir alguna ayuda o subvención y realizan actividades lúdicas que nada tienen que ver con la Semana Santa ni con lo que ésta representa».

El párroco de Santa María del Mar denuncia la «emancipación de la fe cristiana» que realizan aquellas hermandades que se reúnen todos los fines de semana para cenar «y que se limitan a sacar la imagen en procesión durante dos días, y punto». Por ello, pide más participación en los actos religiosos de la fiesta porque esa es «la esencia» de la misma. «Lo que estoy diciendo no es ningún secreto. La fiesta es religiosa y se mantiene gracias al esfuerzo de los sacerdotes de las parroquias. Y el paralelismo existente entre las hermandades y las fallas es cada día mayor. Y eso no puede ser. ¡Si ahora dan hasta medallas! Las hermandades, cuando un cofrade lleva más de tres años en la entidad, le impone medallas. Eso no puede ser», explica Díaz Tortaja con serenidad, y sin alternarse lo más mínimo.

Además, el consiliario de la junta de hermandades extiende la crítica a otras localidades de la ciudad que celebran la Semana Santa con intensidad y devoción. «El problema no lo tiene la Semana Santa Marinera exclusivamente, ni mucho menos. El problema reside en olvidar qué es lo que celebras o a qué dedicas el año, si no pisas la iglesia y eres cofrade de una hermandad», afirma el párroco.

Sin embargo, no es partidario de imponer sanciones. «No me gusta que las hermandades celebren, por ejemplo, ‘halloween’, pero no soy partidario de imponer nada. Todos saben mi opinión. Incluso el arzobispo. Pero es la gente la que debe defender la identidad religiosa de la fiesta. Y recordar el propósito o la voluntad de servicio a la sociedad, que es el origen y el camino de esta fiesta. Ni más, ni menos», concluye.

«Las autoridades deben guardar respeto y desfilar en silencio»

Muchas cofradías y hermandades de la Semana Santa Marinera invitan a diversas autoridades a participar en algunas de sus procesiones. Sin embargo, el consiliario de la junta de hermandades, Antonio Díaz Tortajada, asegura que muchos de los invitados «no guardan el respeto que debieran». «Yo voy delante y los oigo hablar. He escuchado conversaciones de todo tipo. Eso no puede ser. Si alguien acude invitado a una procesión debe desfilar en silencio. Con respeto. Debe ir concentrado en lo que está haciendo, en lo que representa para aquellos que lo han invitado», explica el párroco, que no es partidario de estas visitas esporádicas. «¿Qué sentido tiene invitar a las autoridades a una procesión? Ellos siempre vienen. Para dejarse ver y saludar. Si los invitaran a la Ofrenda de fallas, seguro que también irían desfilando con las falleras», afirma Díaz Tortajada. El párroco también pide «respeto» al público asistente a los actos de Semana Santa. Crean o no. m. ros valencia