La construcción de un terraplén perimetral que permita poner a la ermita de Santa Lucía a cota de suelo y, sobre todo, acabar con los problemas de humedad por la filtración de agua del jardín del Muvim es "la solución mejor y más integrada". "Es un terraplén suave, con una inclinación del 18 % que no supone tanta afección al jardín". El arquitecto que dirige la restauración de la ermita, Salvador Vila, defendió así el proyecto de las críticas del arquitecto del jardín del MuVim, Guillermo Vázquez Consuegra, que tilda de "innecesaria" y "agresiva" la actuación.

Vila descartó la construcción de un muro perimetral como propuso la Diputación de Valencia porque crearía "un foso de casi cuatro metros de alto que supondría un riesgo de caída para los usuarios del jardín y un foco de suciedad". Vila recordó que el proyecto tiene todos los permisos. "Es difícil que se equivoquen todos".

Preguntada por la controversia, la Concejalía de Parques y Jardines recordó ayer que "hay informes técnicos contrarios a la pérdida de arbolado" en el jardín. Según advierte Consuegra, la construcción del terraplén elimina al menos 15 árboles del jardín, aún pendiente de inauguración y que ha costado 3,7 millones de euros. El arquitecto sevillano reprochó al ayuntamiento, que no ha recepcionado las obras del jardín, su silencio ante la pérdida de árboles.