La principal preocupación de la cofradía en estos momentos es, además de intentar que el párroco "entre en razón", según el presidente, y se avenga a hablar con los cofrades sobre la talla, buscarle una casa a San Miguel. En el local de la cofradía, situado en la calle Escultor Salcillo, no hay mucho espacio. La talla mide más de dos metros y medio de alto, incluido el carro en el que se mueve la figura por el barrio -no han encontrado costaleros-. Una opción es que la talla sea acogida en el nuevo hogar del jubilado de la Fuensanta, pero hasta entonces la talla permanecerá en el local. Á. S. Valencia