La Intevención General de la Generalitat reclama un plan de negocio serio para hacer rentable el aparcamiento de Brujas. Uno de los principales reparos que se apuntan es el nivel de ocupación del aparcamiento, que cuenta con cerca de 500 plazas, por las tardes. El uso por las mañanas estaría asegurado al estar vinculado al funcionamiento del mercado y a su clientela, sin embargo, por las tardes el nivel de ocupación podría bajar hasta el 5 o 10%, lo cual no resultaría rentable.

La apertura vespertina del Mercado Central, un dilema en el que desde hace años se debaten los vendedores, sería una manera de garantizar la rentabilidad de esta infraestructura. Algunos mercados de la ciudad ya lo hacen, sin embargo, aplicarlo en el mercao central implicaría cambios profundos en las dinámicas de trabajo. Las jornadas laborales, que para la mayoría de vendedores arranca muy temprano se tendrían que alargar o echar mano de nuevas contrataciones.

La prioridad en estos momentos para la Asociación de Vendedores es que el aparcamiento se abra definitivamente. Su paciencia se ha agotado, después de siete años con la plaza en obras, y se han echado a la calle para protestar por la «lentitud» y «falta de reflejos» de las administraciones, especialmente, de la Generalitat. Los vendedores se reunieron ayer en asamblea para aprobar un nuevo calendario de movilizaciones que incluirá representaciones («performances») como un fusilamiento ficticio de vendedores, una cadena humana y un belén-protesta en el centro del mercado. Los vendedores, que ya han entregado carritos con calabazas a la Generalitat y recorrieron con sus furgonetas y vehículos de trabajo la ronda interior quieren dar mayor visibilidad a su protesta. Para ello han colocado pancartas en el edificio modernista, declarado Bien de Interés Cultural. El ayuntamiento les obligó la semana pasada a retirarlas, sin embargo, ayer mismo se llevó a cabo un evento promocional en el espacio central del mercado con las pancartas que piden el «parking ya» como telón de fondo.