El hotel de lujo que se abrirá en los próximos días en la calle Linterna y los comerciantes del entorno han expresado su malestar por la creciente prostitución que se ha asentado en la zona y la mala imagen que transmite de la misma. Creen que el ayuntamiento podría hacer más de lo que hace y exigen medidas inmediatas, no solamente colocar un coche de policía en la calle Adressadors y permitir que las mujeres sigan ejerciendo.
El citado hotel tiene previsto abrir sus puertas durante la semana fallera o, como muy tarde, a finales de mes. Está situado en la calle Linterna y flanqueado por las calles En Gil y Escolano (en los laterales) y Adresadors en la parte trasera, calles todas ellas donde desde hace unos años ejercen la prostitución algunas decenas de mujeres.
Esta presencia, que es visible todo el día, resulta incómoda para los vecinos y para los negocios. También para el nuevo hotel, cuyos propietarios (no gestores) han planteado el problema en todas las reuniones que han tenido con el Ayuntamiento de Valencia, especialmente con la Concejalía de Urbanismo.
Fuentes de la empresa propietaria aseguraron, sin embargo, que el ayuntamiento no ha hecho nada en todo este tiempo, de tal forma que llega el momento de la inauguración y el problema sigue sin resolverse.
Consideran, incluso, que es un desprecio a una empresa que también ha sido la constructora del aparcamiento de la calle Linterna y que, por tanto, ha contribuido de forma determinante a sanear una zona del centro de Valencia muy degradada.
En consecuencia, piden una acción más contundente contra la prostitución, máxime si se tiene en cuenta que no es un problema muy enquistado (lleva pocos años) y que no son demasiadas personas.
Al hilo del malestar expresado por el hotel, también los comerciantes de la zona han retomado las quejas de los últimos años y han exigido una acción inmediata. Lo piden tienda por tienda y también la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico. Su presidente, Rafael Torres, comprende que es un problema difícil de resolver, porque «nadie puede echar a nadie de la calle», pero cree que es momento de darle una vuelta.
Presión policial y niños
Cree, por tanto, que es un buen momento para recuperar esa presión y añade la idea de crear un parque infantil en la plaza que hay enfrente, cosa que ya parece estar en la mente del consistorio. De ser así, la presión y las multas crecerían de forma exponencial y paliaría mucho el problema.
