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Cañas y barro

Una de cada ocho

Una de cada ocho

Esa es la proporción, ese es el número que hoy viene a mi mente y lo que explica que todos conozcamos a una de ellas. Hoy es el Día contra el Cáncer de Mama. Hoy es un día en que todos le pondremos cara a estas noticias, estadísticas y previsiones. El cáncer de mama es el tumor más frecuente entre las mujeres occidentales. Mujeres de todos los países, idiomas, razas y edades.

El cáncer de mama es una enfermedad grave, pero no incurable. Y ese es el rayo de esperanza que cada vez alumbra con más fuerza. La prevención, el diagnóstico precoz y los avances en las terapias y tratamientos están ensanchando poco a poco ese camino a la curación, por eso, cada vez son más las mujeres que en este día se unen en una llamada a toda la sociedad para unirse a su causa. Una llamada a la concienciación de todas las mujeres porque en esta lucha la mejor forma de garantizar la derrota del enemigo es detectarlo a tiempo y no hay otra estrategia que la revisión. Y cómo no, una llamada a las administraciones para que sigan favoreciendo la investigación y la atención a las afectadas.

Para una mujer que ha sido diagnosticada de cáncer de mama existe un antes y un después en su vida. Es increíble la fuerza que pueden irradiar la mayoría de ellas, una fuerza que han tenido que gestar y alimentar para trasladarla a sus maridos, a sus padres y a sus hijos, a sus parejas€ Y también a sus amigas.

Ya me ha pasado en más de una ocasión, he visto cómo son ellas las que se convierten en el pilar que evita que todo se venga abajo tras recibir la noticia. No sé de dónde les viene esa fuerza pero, por lo que me han contado, estoy convencida de que una de las vías es a través de todos los profesionales de la sanidad que se relacionan con ellas. Hoy también es un día para acordarnos de ellos, desde auxiliares a oncólogos. En más de una ocasión me han trasladado el cariño y la esperanza que reciben desde la primera vez que llega a sus oídos el temido adjetivo «cancerígeno». Y es que, a partir de ese momento, paciente y sanitarios se convierten en un equipo, un equipo que solo tiene un objetivo: ganar la partida.

Por eso hoy no podía dejar pasar la ocasión. Durante mis años de concejala celebré junto a ellas este día en numerosas ocasiones pero, además, hemos trabajado a lo largo del año mediante campañas, carreras, cuestaciones€ No puedo olvidar un rastrillo de la asociación «Vivir como antes» en el Mesón de Morella. En aquella ocasión, un hijo me hablaba de su madre, recuerdo cómo la admiraba, cómo sabía que ella superaría el trance, porque ella «siempre había podido con todo».

Hoy, desde este artículo, quiero aportar mi granito de arena, recordando su celebración, animando a colaborar, desde el lacito rosa al hashtag #sumatealrosa para los tuiteros.

En este 19 de octubre quiero estar junto a ellas una vez más y experimentar esa energía que trasmiten. Y quiero felicitarlas, darles las gracias y animarlas a seguir viviendo cada momento y dando vida a todos los que nos cruzamos en sus vidas.

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