El Ayuntamiento de Valencia garantizará el funcionamiento del aparcamiento de la Plaza de la Reina más allá del 30 de noviembre, que es la fecha límite de la concesión actual. Según fuentes municipales, desde esa fecha hasta que empiecen las obras de remodelación de la zona, se mantendrá en servicio bien a través de la empresa que lo gestiona actualmente, bien con gestión municipal, pues confían en que los trabajos no se demoren más allá del verano que viene. El aparcamiento de la Plaza de la Reina tiene una concesión de 45 años que termina, de manera improrrogable, el próximo 30 de noviembre. En esa fecha, por tanto, o cambia de manos o cierra sus puertas, pero ninguna de las dos cosas ocurrirá.
No se ha hecho un pliego de condiciones para una nueva adjudicación porque el consistorio quiere aprovechar este momento para remodelar toda la Plaza de la Reina, cuyo proyecto depende en gran medida precisamente del aparcamiento subterráneo (salidas, rampas etc.).
Y tampoco lo cerrará porque ya están muy cercanas las Navidades y además calcula que el próximo año habrá un proyecto para la plaza y podrá salir a concurso la obra, de manera que los trabajos, que, entonces sí obligarán a cerrar el aparcamiento temporalmente, comiencen a mitad de año.
Entre medias, por tanto, apenas quedarían ocho o diez meses, de manera que se pueden buscar alternativas transitorias para mantenerlo abierto al público. Una posibilidad es llegar a un acuerdo para que la empresa adjudicataria lo mantenga activo con un convenio más allá de la concesión, que es improrrogable. Otra es que el propio Ayuntamiento de Valencia asuma la gestión durante este tiempo. Nada está decidido por el momento, aseguraron las fuentes. Pero es seguro que el aparcamiento seguirá abierto más allá del 30 de noviembre, dijeron. Muy importante será lo que digan los servicios jurídicos acerca de las posibles fórmulas de contratación.
En la actualidad está en redacción el proyecto de remodelación de la Plaza de la Reina con el objetivo prioritario de hacerla prácticamente peatonal y acabar con la concentración de servicios que la ocupan. Ya el anterior equipo de gobierno se marcó esta plaza como uno de sus objetivos prioritarios y la nueva corporación, muy implicada en el asunto de la movilidad, lo ha retomado con más energía si cabe.
Para ello es necesario eliminar la rampa de acceso al aparcamiento, rampas que podrían trasladarse a las confluencias con la calle La Paz o la calle del Mar. Y ahí es donde este servicio se verá afectado. Durante las obras, de hecho, tendrá que estar total o parcialmente cerrado al público, que es lo que se quiere evitar ahora al menos hasta que empiecen los trabajos.
