Uno de los instrumentos para preservar el paisaje de los que se han incluido en la nueva versión del Plan de Acción Territorial (PAT) de l’Horta, es la posibilidad de que los ayuntamientos declaren sus huertas productivas como zona verde. Hasta ahora, la normativa estipula que por cada habitante previsto en las nuevas zonas residenciales se reserven diez metros cuadrados de espacio verde. A partir de ahora, el PAT permitirá que hasta el 50 % de los denominados PQL (parque público) podrán ser campos de cultivo.

Así, en municipios como Alboraia, donde las zonas agrícolas ocupan la mayor parte del término municipal no residencial, no habrá que convertir la huerta productiva en zona verde para cumplir con el mínimo de parque público por habitante. De hecho, el alcalde Miguel Chavarría (PSPV) apuntó ayer que la Conselleria de Territorio ha establecido este instrumento en el PAT tras la petición al respecto realizada por su consistorio el pasado año. Es más, Chavarría señaló ayer que ahora, al no tener que ceder parcelas urbanas a los propietarios de las huertas que se planeaban expropiar para convertirlas en parque público, el ayuntamiento podrá reducir la cantidad de suelo residencial que había incluido en su proyecto de PGOU, actualmente en fase de elaboración.

Hasta ahora, Alboraia había justificado la reclasificación prevista en el PGOU de áreas de huerta en residencial por la necesidad de obtener equipamientos escolares y un nuevo vial que uniese Patacona y Port Saplaya con el casco urbano. Al estar obligados por ley a reservar diez metros de zona verde por habitante, los técnicos del ayuntamiento habían calculado que habría que obtener unos 150.000 metros cuadrados más de zona verde comprando huertas y transformándolas en parques y jardines.

«Era absurdo convertir la huerta en parque cuando lo que precisamente pretende el PAT es proteger la huerta —subrayó ayer Chavarría—. Ahora que no tendremeos que compensar a los labradores por los campos que íbamos a expropiarles para cumplir la ley, no estamos obligados a que las zonas urbanas crezcan tanto».

Satifechos con el PAT

Por medidas como esta, el alcalde de Alboraia se mostró satisfecho con el proyecto del PAT. También lo está «en líneas generales» el alcalde de Almàssera, Ramón Puchades (PSPV), quien destacó la importancia de «tener una normativa común» para todos los municipios en cuestión de preservar el paisaje. «Actualmente, hay municipios en los que puedes hacer cosas en la huerta que otros municipios no permiten. En nuestro caso, el PGOU no permite instalar invernaderos, pero Alboraia y Almàssera sí. Eso puede generar conflictos que con el PAT se resuelven».