La Delegación de Desarrollo Urbano hizo ayer balance de 18 meses de gestión en Ciutat Vella, donde se han tramitado 330 licencias de obra a través del Servicio de Licencias de Obras de Edificación, de las que más de 50 corresponden a rehabilitaciones integrales de los edificios, muchos de ellos con algún nivel de protección. Además de las rehabilitaciones de edificios enteros, destacan las reformas integrales en viviendas particulares.

Las licencias, cuyas obras previsiblemente comenzarán a lo largo del año 2017, se reparten en todos los barrios del centro histórico, un distrito que empieza a recuperar residentes tras años de despoblamiento, en especial en barrios como el Carmen.

La mayoría de las licencias son para rehabilitaciones destinadas a usos residenciales, con algunas excepciones como la del palacio de Valeriola, en la calle del Mar, comprado por Hortensia Herrero (vicepresidenta de Mercadona) en el que se realizarán actuaciones previas a la rehabilitación. El uso futuro de este palacio todavía no se ha concretado, aunque en principio se descarta el residencial. También se ha concedido licencia para intervenir en a Casa de la Dona de la Generalitat, en la calle Náquera.

Hoteles y apartamentos

Igualmente el ayuntamiento está tramitando, dentro del «boom» de los hoteles con encanto que vive la ciudad, el cambio de uso de terciario a hotelero de un edificio ubicado en Ciudad de Brujas. Destacan igualmente las peticiones de licencia para la puesta en marcha de alojamientos turísticos, un tipo de negocios en alza que suscita recelos y quejas entre los vecinos y pendiente de una regulación específica.

Entre las licencias tramitadas destaca un nuevo edificio con 10 viviendas en la calle Mallorquins, que incluye en la planta baja y primera un equipamiento dotacional para uso público, que el promotor cederá al ayuntamiento, tal como se acordó cuando se adjudicó el Programa de Actuación Integrada de la zona.

El concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, destacó ayer que este importante incremento de licencias «supone un impulso en la rehabilitación de Ciutat Vella», un distrito donde por primera vez desde hace décadas aumentan los vecinos. La población del conjunto de los seis barrios de la Ciutat Vella se situaba en 26.769 habitantes a 31 de diciembre de , casi la misma población del año 1991 (27.100 habitantes).En este último año se ha pasado de 26.368 habitantes a 26.769 habitantes, 400 más.

El socialista Vicent Sarrià destacó la apuesta del Govern de la Nau por el centro histórico. En 2017 se iniciará obra pública a través de la empresa municipal Aumsa en la calle de Tapineria, y se pondrán en marcha las obras de urbanización de programas de actuación como el de la calle Eixarchs en el solar ubicado junto a la Iglesia de los Santos Juanes y el mercado Central, en un espacio monumental, y cuya reparcelación se aprobó recientemente.

A través de la empresa municipal Aumsa se licitará antes de final de año la rehabilitación de las viviendas municipales de la plaza del Doctor Collado, cuya degradación y abandono afean el entorno monumental de la Lonja, que se destinarán a uso residencial.

El año próximo llegará el turno, tras años de abandono y pulsos entre la Conselleria de Cultura y el Ayuntamiento de Valencia, de la rehabilitación y reconstrucción de la Casa del Relojero, en la calle Micalet, junto a la Catedral, unas de las zonas más turísticas de la ciudad. La Casa del Relojero, a la que se adosará una nueva construcción se destinará a centro sociocultural para jóvenes. El año próximo se pondrá en valor la muralla y torreón árabe de la plaza del Ángel, donde se construirá un jardín arqueológico.

Además, se están tramitando dos programas de actuación integrada en la calle Beata, uno de los entornos más degradados de Velluters; y en Zapateria de los Niños, en el barrio del Mercat, en el solar ubicado junto al edificio ADEIT-Empresa de la Universidad, con una nueva edificación que tapará las medianeras y un aparcamiento subterráneo para los residentes.