«El éxito se logra mediante un sistema coherente de actividades que se refuerzan mutuamente» (Rumelt,2011). La Fundación ADEIT Universidad-Empresa presentó hace unos días las directrices de un proyecto innovador que acometen una treintena de investigadores de la Universitat de València, que persigue el diseño del modelo económico de la ciudad para los próximos años. Un modelo fundamentado en los principios del desarrollo territorial integrado, y definido por el carácter mediterráneo de nuestra ciudad y los principios del desarrollo sostenible.

El punto de partida de dicho cometido es un enfoque estratégico, capaz de identificar las claves del presente y futuro de la ciudad, así como de diseñar cuantas acciones sean necesarias para alcanzar un modelo de ciudad moderna, y definido por un desarrollo sostenible, determinado por sus componentes económico, medioambiental y social. Un enfoque que debe ofrecer una visión clara y potente de los retos a los que se enfrenta València y las comunidades que en ella interactúan, y de la misma manera, por el establecimiento de un escenario futuro, una posición que permita concretar los ejes de actuación, las áreas de trabajo a desarrollar. Y de forma coordinada.

Como señalan los profesores César Camisón y Tomás González, la posición elegida se debe traducir en un conjunto de actividades diferenciadas, respaldadas por un conjunto de recursos y capacidades instalados en el territorio. En ese sentido es necesaria la identificación del «capital territorial» de nuestro espacio geográfico de referencia. Un espacio cuyos límites deben ser definidos y acotados, en función de las diversas realidades territoriales de las que forma parte la ciudad de València. Nos referimos a sus barrios (visión interna de la estructura urbana de la ciudad), a los núcleos de población que configuran el espacio metropolitano, al espacio cultural que unifica el conjunto de la Huerta, al área de influencia definida por la segunda corona metropolitana o los límites administrativos provincial e incluso autonómico, a su función en el extremo de uno de los ejes de la «España radial», o a su rol en la deseada «España circular». Nos referimos en este caso a la función que València ejerce o debería desarrollar en el contexto del corredor mediterráneo, como ha indicado en numerosas ocasiones el profesor Josep Vicent Boira. En definitiva, somos conscientes que un análisis económico del «cap i casal» requiere de una perspectiva territorial, y de un objetivo estratégico fundamental, la vertebración territorial.

El enfoque estratégico propuesto precisa de un análisis que considere el mundo en el que estamos situados, imbricados. Los procesos que acompañan a la globalización, como es la externalización de una gran parte de las fases de producción de nuestras empresas, la introducción de productos manufacturados procedentes de otros continentes o los flujos de las inversiones extranjeras, deben ser considerados y valorados. No obstante no se debe dejar de lado la identidad, las personas, las capacidades y los recursos propios de nuestro territorio. Apostamos por un enfoque «glocal», capaz de arbitrar un encuentro entre la globalización y el desarrollo local.

Durante los próximos meses se abordará la elaboración de un diagnóstico sintético capaz de enfocar los problemas e identificar las potencialidades. Para ello se considerarán variables e índices relacionados con el crecimiento económico y la mejora de la calidad de vida, que corresponden a los procesos que definen el desarrollo territorial, en particular los recursos territoriales, las redes territoriales de agentes y actores locales, y los procesos de innovación territorial. Una labor técnica que irá acompañada de un proceso de participación que facilitará la incorporación de estudios técnicos y opiniones de diversos colectivos.

El capital territorial, como se conocen también las potencialidades de los recursos existentes, recoge el capital natural, el capital humano e intelectual, el capital productivo, el capital cultural y el capital social. Como indica la profesora Julia Salom, todo territorio dispone de recursos capaces de ser puestos en producción, en uso, en función de conocimientos, técnicas y estrategias disponibles. En València y su entorno hallamos numerosos recursos naturales y medioambientales, poblacionales y demográficos, agrícolas, industriales, turísticos y comerciales, equipamientos e infraestructuras, institucionales, sociales, y culturales. Una riqueza de recursos que se extienden desde el paisaje cultural y milenario como es la Huerta de València a las infraestructuras del puerto; del frente litoral mediterráneo a la Albufera o el Parque Fluvial del Turia; de la concentración de empresas industriales en su Área Metropolitana al predominio de las actividades I+D+I.

Las redes territoriales hacen referencia al conjunto de sistemas de relaciones existentes entre los diversos actores que facilitan o impulsan procesos de mejora del bienestar social y por supuesto del crecimiento económico. El profesor José Manuel Pastor subrayó en dicha jornada el significado económico de las redes que configuran las universidades y el territorio de acogida, como es el caso de València. Una modalidad de relación que forma parte de las diversas redes territoriales, internas o externas, como las asociaciones de empresarios y empresas, de instituciones públicas locales, de asociaciones obreras, de asociaciones culturales (patrimoniales, musicales, deportivas, fiestas?); o las asociaciones profesionales.

Finalmente se considerarán los procesos de innovación. Nos referimos a aquellos cambios que facilitan mejoras económicas y sociales. Serán objeto de estudio por supuesto la innovación empresarial, relacionada con la formación del empresariado, las mejoras en las fases del producto, o las economías de escala territoriales, pero del mismo modo la innovación social, que atiende al perfil sociológico de las comunidades, su actitud emprendedora, el compromiso con el territorio o los niveles de asociacionismo. La innovación empresarial en València y su área metropolitana ha sido objeto de estudios por parte de la profesora Amparo Cervera, que han permitido resaltar el valor del aprendizaje en los procesos de innovación.

En definitiva, la Universitat de València a través del concurso de decenas de investigadores de diversas disciplinas se halla inmersa en un proceso de definición del modelo económico y territorial de la ciudad de València, que permitirá al Ayuntamiento de València fijar y enfocar los problemas y las potencialidades, definir y dimensionar el conjunto de factores críticos, y diseñar un conjunto coherente de líneas de acción, en coordinación con las capacidades territoriales. Una Universitat pública y comprometida con su entorno económico, social y territorial.